El séptimo partido de la serie entre los Pacers y los Knicks se disputó este domingo en el escenario de la ciudad de New York. Las dos franquicias se habían llevado de manera categórica los últimos encuentros, y este repitió la misma lógica. Indiana salió a comerse la cancha y se aprovechó del factor que acosó a los de la Gran Manzana durante toda esta serie: la poca rotación de su equipo. Finalmente, los visitantes festejaron en tierras lejanas luego de llevarse el partido por 130 a 109.
El corazón de los Knicks aguantó hasta donde pudo. Las ausencias terminaron pensando más en el equipo de New York; que sumó una baja sensible más en este séptimo duelo. Jalen Brunson acabó con una fractura en la mano al intentar evitar una canasta de Tyrese Haliburton en un contraataque. La figura intetnó cachetear la pelota, pero su mano impactó la rodilla del rival; y no pudo volver a ver acción en el juego. Posiblemente fue la última gota de una larga seguidilla que terminó rebalsando el vaso. La estructura del equipo de New York se desmoronó, a pesar de todos sus intentos para volver a ponerse en partido.
El tiro de tres puntos fue el gran aliado de los Pacers. Parecía que lo hecho en la primera mitad, no podría mantenerse en los segundos 24 minutos, pero estabamos en el error. Terminó con 66% en los dos cuartos iniciales, y mantuvo la dinámica. Como si fuera poco, ajustaron la defensa, provocando una serie de pérdidas que fueron mucho para afrontar. La distancia creció y creció; sin mucho más que hacer.
Las figuras:
Tyrese Haliburton brilló con 26 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes. Pascal Siakam lo escoltó y aportó 20. En los Knicks, Donte DiVincenzo lideró a los Knicks en anotaciones con 39 puntos y Alec Burks contribuyó con otros 26 en la derrota.
Ison Patoco | @isonpatoco