En la previa del encuentro navideño ante Los Ángeles Lakers, el equipo de Dallas realizó un homenaje en la entrada del American Airlines Center, donde los Mavericks disputan sus juegos en condición de local. La leyenda de Dirk Nowitzki vivirá para siempre en Dallas; a partir de ahora, las personas que visiten el imponente estadio serán recibidos por una escultura de bronce de algo más de siete metros del integrante del Salón de la Fama haciendo su movimiento característico: el fade away con una sola pierna.
Frente a una multitud de fanáticos y jugadores, incluido Luka Doncic, y el ex compañero de equipo Shawn Marion, el propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, inauguró la estatua con la ayuda del hijo de siete años de Nowitzki, Max:
Dirk Nowitzki fue reclutado en el puesto número 9 del draft del 1999. Hizo su primera de 14 apariciones en el Juego de Estrellas en 2002, fue nombrado Jugador Más Valioso en 2007, llevó a los Mavericks a su primer y único campeonato en 2011 y se retiró en 2019 como líder de la franquicia en prácticamente todo. Pasó la totalidad de su extraordinaria carrera de 21 años en la NBA en Dallas.
«Feliz Navidad», dijo Nowitzki a la multitud. «Gracias chicos por compartir su mañana de Navidad con nosotros y conmigo. Significa mucho, me siento realmente honrado. Luego explicó que, en la base de la estatua, hay una oración debajo de su nombre: «La lealtad nunca se desvanece».
La estatua es obra de Omri Amrany, el escultor detrás de la estatua de Michael Jordan en Chicago y las estatuas de Magic Johnson y Shaquille O’Neal en Los Ángeles, entre otras. El artista le escribió a Cuban por correo electrónico después del último juego en casa de Nowitzki, donde Cuban le prometió a Nowitzki la estatua más grande y ruda de la historia.