Hay algunos casos de jugadores NBA consagrados relacionados con distintas pandillas. Sin embargo, el caso de la estrella de Chicago va bastante más allá.
Antes que nada es necesario contextualizar la infancia de un chico negro y pobre en Estados Unidos. Tal vez comparable con las villas en Argentina, en los barrios más vulnerables de USA la falta de presencia policial -sumado a la discriminacion de la sociedad en conjunto con el aparato de seguridad estatal- generan una sensación de desamparo inmensa en sus habitantes.
En esa realidad, DeRozan encontró contención y protección en Los Crips -una de las pandillas más violentas de todo el país-. “Es lo primero que te hace sentir aceptado”, reveló el jugador.
Durante su año de College en Compton, le costó mucho alejarse de la pandilla y constantemente reafirmó su vínculo con ellos.
A pesar de estar habituado a los funerales en su infancia, la muerte de su mejor amigo afectó de manera abrupta el ánimo del jugador. Durante meses peleó contra su tristeza, pero finalmente utilizó su pérdida como un detonante para dar un paso más en el deporte: “No tenía otra opción más que llegar a la NBA”.
Nota: Manu Pérez
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