El Real Madrid sumó una nueva derrota en Euroliga, en su visita a la cancha del Khimki tras un partido que se decidió en los últimos segundos a favor de los locales. Los de Pablo Laso tuvieron la bola decisiva, pero las imprecisiones que sufrió durante todo el encuentro (23 pérdidas) volvieron a atacar en el momento menos oportuno, dejando al conjunto merengue con las manos vacías viendo como el luminoso marcaba el 78 – 77 final.
El Argentino Gabriel Deck alcanzó los 500 puntos en Euroliga y fue la figura del Real Madrid con: 15 puntos (1/1 3p, 4/8 2p y 4/5 TL), 7 rebotes, 1 asistencia y 1 recupero para totalizar 22 de Valoración (la más alta en el plantel). Tortuga apareció en los momentos decisivos del partido, y se llevó los aplausos de sus compañeros.
Por su parte, Nicolás Laprovittola estuvo en cancha 17 minutos, en los que logró aportar 12 puntos (2/2 3p, 1/3 2p y 4/4 TL), 1 rebote y 1 asistencia para lograr 9 de Valoración. El ex Lanús tuvo un pasaje importante en el tercer parcial del partido (8 puntos consecutivos), pero también se mostró errático, sumando cinco pérdidas.
En el tercer cuarto apareció la figura de Laprovittola con 7 puntos, que logró despertar ofensivamente a su equipo, poniéndose en partido. A él se le sumaron el francés y JC, que castigaron sin piedad desde el perímetro, logrando adueñarse del marcador 62 a 60. El tercer cuarto finalizó en pardas (62-62), con todo para definir en los últimos diez. Allí el Khimki se lució con el trio McCollum, Shved y Mickey, mientras que el Real Madrid respondía con un gran Gabriel Deck. Seis puntos suyos ponían el 76-77 a un minuto pero Shved colocó el 78-77 a falta de 17 segundos. En la última jugada, Causeur perdió el balón y el triunfo se fue del lado ruso por la mínima.
La historia del Real Madrid continuará el jueves en la doble jornada de Euroliga. Los de Pablo Laso visitarán al Zenit de San Petersburgo.
El enojo de Laso:
«Lo primero es felicitar al Khimki por su victoria«, declaró el entrenador de Real Madrid antes de analizar el partido: «Nuestra primera mitad fue terrible. Luchamos en la segunda parte, pero ya era demasiado tarde. Es fácil pensar en la última posesión, defensiva y ofensivamente, pero para mí nuestra primera mitad fue inaceptable. No jugamos a nada, ni en defensa, ni en ataque. No cuidamos el balón. Miras las estadísticas y ves que perdimos el balón 23 veces. Es imposible ganar un partido con 23 pérdidas. No hay mucho que decir sobre el partido».
