Cuando los Detroit Pistons mejoraron su récord a 41 triunfos durante la noche del martes 25/3, volvieron a dar que hablar. Sumaron 27 victorias más que en la 2023-24, cuando registraron la peor marca de su historia (14-68). A falta de nueve juegos para terminar la campaña, quedaron a tan sólo tres festejos de igualar su mayor cantidad de victorias en los últimos 16 años.
Eso no es lo más llamativo. Ya se aseguraron la mejora más significativa de la NBA desde el 2008 (Boston Celtics). Una muestra clara de cómo los ajustes y la creación de una cultura trabajadora pueden cambiar a un equipo en un año.
Pero, ¿cuáles son las claves de semejante progreso? Sí, los Pistons mejoraron de manera considerable, pero no hicieron cambios abruptos en su plantel. Para eso, hay que analizar lo que hicieron tanto dentro como fuera de la cancha.
Mención honorable: Es y, a la vez, no es Cade Cunningham
La comparativa de números de Cade Cunningham.Un aspecto que es obvio pasa por el aprovechamiento de Cade Cunningham. El base no mejoró considerablemente sus números, pero estuvo mejor rodeado y Detroit pudo sacarle más jugo en los momentos decisivos. A partir de este visto ‘bueno’ por parte de la liga, logró ser All-Star por primera vez en su cuarta campaña en la NBA. ¿Será el jugador de mayor desarrollo (MIP) de la campaña? Si bien su crecimiento va de la manera esperada, el premio parece tener un prematuro ganador.
1-Conducción seria

No sorprende que después de una campaña desastrosa, la franquicia haya decidido cambiar. Troy Weaver fue despedido de su cargo de gerente general para la llegada de Trajan Langdon, quien llevaba 12 años en la liga. Su último cargo, al frente de los New Orleans Pelicans. ¿La primera decisión? Despedir a Monty Williams, quien en junio del 2023 había firmado el contrato más lucrativo de la historia (6 años – 78,5 millones de dólares).
El puesto lo ocupó J.B. Bickerstaff, luego de su salida de los Cleveland Cavaliers. El nuevo coach llegó luego de hacer labores en situaciones similares en Memphis Grizzlies y en los mismos Cavs tras la partida de LeBron James.De esta manera, se podría decir que la organización contrató a un especialista en este tipo de situaciones.
El foco de Bickerstaff pasó por una conducta seria tanto dentro como fuera de la cancha. Un cambio a la cultura del equipo para tomar las cosas en serio. Cambió la forma de trabajar, como también detalles externos al juego como el código de vestimenta del equipo tanto para prácticas como partidos. Un entrenador ‘old-school’ que sentó las bases para darle rumbo a un equipo joven.
2-El compromiso defensivo de los Pistons

La frase ‘la defensa gana campeonatos’ es casi tan old-school como Bickerstaff. El nuevo entrenador enfocó su primer año en tener un equipo con identidad defensiva, más cercano al sacrificio y a responder cerca de su propio aro. Elevó la vara con los jóvenes y el equipo está cerca de cerrar marzo como uno de los 10 mejores en el rubro (112,4 para el 9° puesto).
Aprovechó la longitud de sus jóvenes para priorizar el marcaje cerca del aro. Detroit permite 26,7 dobles por partido, el 4° mejor en el rubro. Además, es el que menos rebotes permite (41,9) y el cuarto que menos ofensivos deja capturar (10,2). En esta cuestión de ‘elegir el veneno que te va a matar’, permite que lo castiguen desde el triple (36,6% para ser el 6° peor) a cambio de no regalar nada en la pintura. Eso le cuesta por la gran cantidad de faltas que comete (24,0 tiros libres permitidos por partido), pero también da una muestra de su nivel físico cerca del aro.
3-El salto desde el triple

Detroit estuvo lejos de tener una buena temporada 2023-24, pero en cuanto a estadísticas avanzadas no fue el peor de la liga. Su net rating (puntos anotados/recibidos cada 100 posesiones) fue de -9,1, el tercer registro más bajo de la NBA. Su rating ofensivo (109,7) fue mayor que el de Charlotte (109,3), Portland (108,3) y Memphis (107,2), mientras que el defensivo (118,8) lo mantuvo por encima nuevamente de los Hornets (119,8), Utah (120,4), Washington (119,6) y Atlanta (119,4).
Entonces, ¿por qué tuvo el peor récord de la liga? El punto (más) débil del equipo pasó por el triple. Su marca de 11,0 aciertos por noche fue muy baja, apenas la segunda peor de la competencia. La combinación de factores hizo que Detroit no pueda competir en cada noche. Sufría cada buen pasaje de sus rivales como un puñal directo al corazón.
La mejora, más allá de estar entre los 10 peores de la liga (12,7 para el 22°), pasó por el triple. El equipo no sólo levantó el nivel de aciertos, sino también de eficacia (15°). Encontró en Malik Beasley (3,9) y Tim Hardaway Jr. (2,0) a jugadores capaces de sumar desde lejos para darle más libertades a sus jóvenes principales. Una carga menos para ellos en el afán de ganar partidos. Detroit -al lunes 25 de marzo- tiene un ofensive rating de 114,7 para estar en el nivel promedo de la liga, complementando a su buena defensa para un 12° puesto en el net rating (+2,2).
4-Un destino ideal para renacer

Luego de pasar los últimos 15 años en las sombras, los Pistons no se pudieron dar el lujo de tener grandes fichajes. En este sentido, se enfocaron en aquellos nombres capaces de aportarle lo que necesitaba.
Malik Beasley (16,2 puntos por juego) llegó como el potencial buen triplero que no fue en Milwaukee. Algo similar ocurrió con Tim Hardaway Jr. (10,2), jugador rachero y sobrepago el cual necesitaba soltar Dallas. También puso dinero por demás para el regreso de Tobias Harris, de irregular paso por Philadelphia pero que tuvo su buen pasado en Detroit.
Luego, durante la fase regular y tras la baja de Jaden Ivey, fue por Dennis Schröder. El base alemán es un jugador ideal para rotar con Cade Cunningham por su trabajo en ambos lados de la cancha. Su aporte de 10,6 puntos, 4,8 asistencias y 0,6 robos es más que suficiente para 21,9 minutos saliendo desde la banca.
Encontró en estos nombres poco buscados a jugadores con experiencia y cualidades para complementar a estos jóvenes. Arropó a profesionales con últimos pasos similares a los de la franquicia: más cercanos al poco interés por parte del resto que en las primeras filas. Se transformó en un lugar para pelear por una posición nuevamente dentro de la élite.
Pensando a futuro, sólo Harris (26,6M) tiene la continuidad asegurada para la 2025-26. El resto deberá negociar un nuevo vínculo. ¿Será en Michigan?
5-Aprovechar la situación

Después de una 2023-24 olvidable, los Pistons no esperaban estar entre los mejores del Este. Era previsible mejores posiciones de Celtics, Cavaliers, Knicks, Bucks y Pacers. También esperaban lo mismo del Magic y de los 76ers antes de sus campañas plagadas de lesiones. Tenían un poco menos de expectativas que los Hawks, aunque idénticas al resto de los integrantes de la conferencia.
Tuvo un aspecto que califica a todo buen equipo: saber aprovechar el escenario. No le alcanzó para estar entre los mejores cuatro, pero aprovechó las mermas de algunos equipos para meterse en una posición mejor a la esperada. Incluso, pensando de cara a la próxima campaña, la incógnita pasará por si podrá repetir este rendimiento en el futuro. Eso importa muy poco en este momento, con 41 victorias aseguradas por 3° vez en los últimos 15 años.
El equipo alcanzó el primer objetivo de volver a estar presente en postemporada. El desafío pasará por hacer el mejor papel posible y -al menos- retirarse con uno digno en la primera ronda. Luego, la pelota volverá a manos de la gerencia con el desafío de rodear a Cade Cunningham de la mejor manera en el inicio de su contrato máximo (38,6M para la 2025-26).
Foto: Getty Images.
Nota: Fernando Torok.