Los Lakers tuvieron una primera noche triunfal en la temporada 2024-25. Un gusto que no tenían desde la campaña 2016-17, la primera después del retiro de Kobe Bryant. Aquella vez habían vencido a los Houston Rockets. En esta ocasión, sortearon a los Minnesota Timberwolves por 110-103.
El partido acarreó cierta incertidumbre por lo que sucedería con LeBron James y Bronny James. JJ Redick, entrenador de los Lakers, confirmó minutos antes del partido que el hijo del Rey jugaría en la primera noche. Y así fue: disputó poco más de dos minutos en los que falló los dos lanzamientos que tomó, uno de ellos desde el triple. Bron intentó asistir a su hijo en los dos intentos al aro, pero lamentablemente no pudo sumar.
La dupla de la familia James se volvió la primera de padre-hijo en decir presente en un juego NBA. LeBron mencionó sobre lo sucedido: «Pasé mucho tiempo de sus días sin él por esta liga y poder estar presente en su debut de la NBA es un regalo único». Bronny a su vez señaló: «Es lindo haber entrado con mi padre en cancha. Es algo que jamás olvidaré. Estoy muy agradecido por ser parte de la liga».
El momento emotivo llegó en el segundo cuarto durante un juego en el cual el equipo angelino se mostró en un gran nivel. Supo mover bien la pelota para encontrar tiros abiertos. Anthony Davis fue trascendental en esto con 36 puntos, 16 rebotes y cuatro asistencias. LeBron añadió 16 tantos. También hubo doble dígito para Rui Hachimura (18), Austin Reaves (12) y Jaxson Hayes (10).
La franquicia angelina llegó a mandar por 19 puntos en la primera mitad. Padeció la falta de triple, como a un Anthony Edwards (27) encendido desde lejos. No obstante, defendió a un mejor nivel, sacó ventajas de las pérdidas rivales (17) y cometió pocas cuando le tocó atacar (7). De esta manera, festejó en la primera noche de la temporada que también tuvo triunfo de los Celtics.
Foto: Lakers.
Nota: Fernando Torok.
