El broche de oro para una temporada histórica de la WNBA. Quinto y último partido de finales, con overtime incluido para definir a las campeonas. Un duelo entre las dos mejores de la fase regular, con una cuota de nerviosismo superlativa. En ese escenario, las New York Liberty tuvieron su tan ansiada revancha: 67-62 a las Minnesota Lynx para ser campeonas por primera vez.
Un título que le venía siendo esquivo. Venía de cinco apariciones en finales con derrotas. Incluso un golpe en el año pasado ante Las Vegas Aces. Pero la coronación trajo premio al por mayor: mejor récord en fase regular (32-8), barrida en primera ronda a Atlanta Dream, revancha frente al último bicampeón (3-1) y coronación en quizás uno de los juegos más apasionantes de la historia de la competencia.
El partido fue el lógico de uno definitorio tras una larga campaña, la cual se vio cortada por los Juegos Olímpicos de París 2024. Un juego con defensas férreas e imprecisiones por ambos lados. Al igual que en el Game 4, Minnesota logró controlar al par de Sabrina Ionescu y Breanna Stewart. Un 5/35 que complicó la oportunidad de alzarse con el trofeo.
Este estilo de juego favoreció a la visita. Napheesa Collier (22) hizo valer su cuota de experiencia. También hubo un buen aporte de Kayla McBride (21). No obstante, Courtney Williams (4) tuvo poco peso en ataque. Esto hizo que la historia tenga mucha paridad hasta el final.
El juego pasó por cuál equipo supo ejecutar mejor en el escenario de nerviosismo. Allí estuvo Jonquel Jones (17 puntos y cinco rebotes) para hacerse valer. Clave en el poste bajo como también en la defensa. La pívot de las New York Liberty fue la cereza del postre para un elenco que supo saldar su poco goleo con buen marcaje y un mejor trabajo colectivo en ataque. Ionescu, quien lanzó un 1-17 de campo, supo comprender por dónde pasó el juego para finalmente lograr el cometido.
Jones fue la merecida MVP del título luego de sus reveses con Connecticut Sun. La líder de un título que fue el premio a la paciencia. New York supo aceptar su camino, reconstruir, crecer a partir de las cicatrices en postemporada y eventualmente sacarse la mala espina de ser campeón. Así, se volvió el 10° equipo de los 12 activos en la temporada 2024 en ganar la competencia y el 12° en la historia en levantar el trofeo. Tanto Sun como Atlanta Dream son los únicos que todavía no lograron subirse a lo más alto del podio.
La temporada 2024 de la WNBA fue histórica. Desde los debuts de dos jóvenes prometedoras como Caitlin Clark y Angel Reese, al premio de MVP de A’Ja Wilson y la coronación de las New York Liberty. Récord de audiencias, ventas de camisetas y entradas vendidas a los juegos tanto de fase regular como Playoffs. Una campaña inolvidable de un producto basquetbolístico que cada vez es más irresistible.
Foto: WNBA.
Nota: Fernando Torok.