En el programa radial de 3×3 se abrió el debate en su transmisión del lunes 11 posterior a la finalización del torneo mundial. Sin dudas que fue una competición rodeada de polémica y grandes partidos, en este caso hablamos de Alemania – Serbia.
Alemania, ¿es justo campeón?
Alemania derrotó justamente a Serbia en una infartante final, ambos equipos tuvieron su ideología y sus jugadores para llevar a cabo esa mentalidad en la cancha.
Serbia utilizó su juego interior hasta donde pudo, pero la gran talla de los alemanes con aleros por encima de los dos metros como los hermanos Wagner, sobre todo Franz, sumado a la gran defensa que ejercieron, hizo que se llevasen el partido.
El MVP del torneo terminó siendo para Dennis Schröder con un nivel altísimo, salvo en el partido de semifinales. Quien también destacó fue el menor de los Wagner, que todos los encuentros que disputó en el torneo, lo consagraron, lastimosamente se perdió un cuarto del recorrido alemán por la copa por una lesión ocasionada durante la misma competencia.
Sin dudas esta Alemania tiene grandes similitudes con la Selección Argentina campeona olímpica del 2004. Jugadores en la NBA, un coach de bajo perfil, pero muy trabajador y una liga muy desarrollada con el título de ser la segunda mejor de Europa. Además de la utilización de jugadores en momentos claves que pueden ser hasta polémicos como Bonga trasladando la pelota.
Alemania tuvo una gran característica al adaptarse a cada partido, sin un sistema aplicable para todo. Supo jugar de diferentes maneras, no cambió sus titulares, pero jugando con una táctica antigua mezclada con el estilo moderno de los jugadores actuales. Además del compromiso en defensa y sus grandes fortalezas ofensivas.
Serbia, irreconocible
Serbia pecó de no buscar distintos momentos para sus jugadores y se basaron solamente en su juego interno, que, al ser defendidos de una manera muy agresiva y con jugadores más grandes, los terminan sacando de la cancha. Bogdanović que venía teniendo un gran torneo y siendo el pilar de su equipo, desapareció al igual que Milutinov, pero no por tener un mal partido, sino que los alemanes, los defendieron tan bien que los llevaron a que no se destaquen.
Es de mencionar que Aleksa Avramović fue la clave en Serbia, que, de ganar, hubiese sorprendido a todos, ya que era un jugador de rol en el equipo. Y volviendo a la comparación con Argentina 2004, sería el Hermann del equipo serbio. Cuando no logran brillar las estrellas, se necesita de alguien con perfil bajo que destaque.
Ambos equipos tuvieron buenos líderes en el banquillo que supieron como llevar a sus planteles hasta la etapa final del torneo.
Te dejamos el recorte del debate hecho por el equipo de Uno Contra Uno, en el programa radial 3×3, que transmite de 10 a 12hs de lunes a viernes por su canal de YouTube vía streaming:
Nota: Ulises Jofré
Foto: FIBA