La noche del viernes para la NBA se presentaba como una en la que se podía llegar a romper un récord, que era el de mayor cantidad de producciones de 40 o más puntos de manera individual, cifra establecida en 142 alcanzados en la temporada 61/21, es decir hace 61 años en una liga que atraviesa su temporada número 76.
Y por si fuera poco también estaba el atractivo de ver, ya pasada la medianoche, el debut de Russell Westbrook en su nuevo equipo, los Clippers, tras su salida de la otra franquicia angelina, los Lakers. Pero todo se fue de control en ese mismo juego ante los Kings y ese suceso pasó a segundo plano por la anotación final.
Inicialmente se dio la ruptura del récord de hace más de seis décadas, con los 46 de Julius Randle a Washington para igualar los 142 y los 42 de Klay Thompson a Houston. Puntualmente el tirador de los Warriors alcanzó nuevamente los 12 triples, sumando a la estadística que todos sus tiros de campo convertidos fueron desde atrás de la línea de 6,75 metros.
Esa fue la previa de un juego histórico como lo terminaría siendo el Kings-Clippers que cerró la noche. En lo que inició siendo el debut de Westbrook con el equipo de Los Angeles, terminó con la segunda máxima anotación en la historia de la liga tras finalizar 176 a 175 a favor de Sacramento.
En la previa era un juego de mucha calidad tanto colectiva como individual entre el tercero y cuarto de la conferencia Oeste, pero llevaron las cifras por los aires en un partido que se extendió a dos tiempos extra. El cuarto de anotación más bajo fue de 34, logrado por los Kings en el tercero, terminando en 153 iguales cuando finalizó el tiempo reglamentario. Luego un 11-11 en el primero y posteriormente el 12-11 que le puso fin a un duelo memorable. Se dieron 12 cambios de liderazgo y la misma cantidad de igualdades, cifras normales o hasta bajas para un partido de estas características.
