En la tarde del sábado llegó a UCU una comunicación vía Legales de la Asociación de Clubes «como tenedores exclusivos de los derechos audiovisuales» en la que se nos solicitaba «abstenerse de utilizar contenido audiovisual sin la autorización expresa de la ADC, Basquetpass.tv, sin la debida autorización para su difusión» en nuestro portal y/o en redes sociales.
En todos estos años en los que las competencias oficiales otorgan (dependiendo de cuál sea) hasta 2 o 3 minutos para emitir, jamás se nos había notificado previamente que se debía solicitar permiso para el uso de las pocas imágenes que se generan desde las redes oficiales. Si no hay una comunicación oficial previa, uno entiende que se pueden utilizar dichos recortes porque se está difundiendo la actividad.
Este domingo, un día después del mail, las redes sociales de la Liga Nacional lanzaron el mismo comunicado que nos llegó un día antes (y que al consultarles a otros colegas que también difunden la competencia nos aseguraban no haber recibido) y que se puede leer clickeando acá.
En una era en donde los límites para algunos parecen estar borrosos, en donde se intenta ocultar más que lo que ayuda a difundir, cuando desde un lugar se intentan hacer las cosas bien y con una mirada crítica pero con respeto, daría la sensación que los mensajes no se entienden. O solo se quiere entender una parte. O lo que alguno le dijo a otro, pero que escapa a la verdad.
Desde Uno Contra Uno, plataforma única en toda Latinoamérica que tiene un canal de streaming de video y de radio transmitiendo las 24 horas, que produce artículos en la web más el contenido generado en las propias redes sociales, además del único programa de básquet en toda la TV de alcance nacional, si hay algo que dejamos en claro desde un primer momento es que nuestra intención es difundir a la disciplina.
Programas y notas que hablan de la Liga Nacional masculina, de la Liga Nacional femenina, un envío exclusivo para la Liga Argentina, argentinos y argentinas por el mundo y, claro, Europa y NBA.
Tener una mirada crítica, por lo visto, hace que el mensaje de lo que se analiza, lo que se propone y en lo que se profundiza, nos ubica en un lugar que a algún sector puntual no le gusta. O lo incomoda.
No nos creemos mejores ni superiores a nadie, eso lo tenemos bien en claro. Como tenemos bien en claro también que al depender solo de nosotros mismos tenemos la libertad de producir, generar e informar con la tranquilidad de no deberle nada a nadie más que al público, al básquet y a nosotros mismos.
En todos estos años no hemos tenido inconveniente alguno a la hora de mostrar las imágenes de los juegos, entendiendo todos implícitamente que esto ayuda a la difusión de un deporte que, con todo el dolor del mundo, corre con desventaja en medios deportivos o de alcance masivo. Una de nuestras frases de cabecera es «se puede hablar de básquet» (aunque Sergio Hernández la reformuló a «se DEBE hablar de básquet») y el acompañamiento apoyándonos en las mismas, siempre citando de quiénes son propiedad, es y ha sido algo recurrente en nuestro medio.
Párrafo aparte, los aspectos legales los sabemos bien, jamás los pusimos en duda ni los relativizamos. Si hay algo que no hubieramos imaginado es que se le pegaría un tiro en el pie a un sector que visibiliza diariamente, y desde hace mucho, a las competencias domésticas. La sensación es que dicho tiro no es en uno de nuestros pies, sino en todo el cuerpo de la competencia.
Nota: Leo Margo | Fabián Pérez | Isondú Patoco