La Selección no tuvo ningún tipo de equivalencias ante Venezuela, y se llevó el duelo de cuartos de final por 76 a 53. Ahora, el combinado nacional se medirá contra Estados Unidos en las semifinales de la Americup.
Argentina salió a cancha con la mentalidad de dejar atrás las dudas que había mostrado en el duelo contra República Dominicana. Los dirigidos por Pablo Prigioni volvieron a apostar en el inicio con el juego interior, con Gabriel Deck como el máximo abanderado, que encontró los puntos ya sea con el juego de espaldas al aro o a fuerza de cortes. En el sector defensivo, la celeste y blanca trató de agruparse cerca del aro, algo que funcionó en los primeros minutos, donde sacaron una ventaja inicial; pero luego los cambios en la cortina generaron algunos inconvenientes en la defensa perimetral, que colaboró con la suma de puntos en los rivales, emparejando un poco las acciones en el cierre del primer cuarto, que fue para la Argentina, por 21 a 18.
El ingreso de Tayavek Gallizzi y Juan Pablo Vaulet le dio buenas respuestas a la Selección, que bajó muchísimo el goleo a sus rivales. Un Facundo Campazzo enchufadísimo en defensa; cortando la primera línea de pases y aprovechando la posibilidad de correr generó muchísimas soluciones a la Argentina que, sumado a una gran efectividad en ofensiva, logró escaparse a 20 puntos en el cierre de la primera mitad (44-22).
A la vuelta de los vestuarios, la dinámica del combinado nacional no pareció cambiar, sin importar los protagonistas que saltaran al rectángulo de juego. La albiceleste siguió presionando el juego perimetral de Venezuela, y cerró los caminos hacia el aro en la pintura, de esta manera, el rival tan solo logró sumar 4 puntos en todo el parcial. En el contragolpe, Argentina fue letal; aportando 20 unidades por ese rubro. Faltando poco más de 3 minutos para el cierre del cuarto, Pablo Prigioni decidió que los titulares vieran el resto del encuentro desde el banco, aumentando la rotación y los minutos en cancha para la segunda unidad.
Los últimos minutos fueron una continuidad de una historia que solo esperaba por su final. La efectividad de la Vinotinto no mejoró; en buena parte porque la intensa defensa de la Selección Argentina nunca quiso levantar el pie del acelerador. Brussino, Vildoza, Bolmaro y Vaulet se turnaron para mantener la ventaja por encima de los 20 puntos.