En este análisis fueron consideradas todas las acciones ofensivas y no solo los tiros, para poder ver realmente la intención y la efectividad de la propuesta que viene ofreciendo Dallas.
En el caso de ser una jugada que finaliza con un tiro al aro, se tomó como parámetro que haya por lo menos un compañero del tirador en la zona pintada o con intenciones claras de entrar a luchar por el rebote previo a la ejecución del disparo.
Es decir, si Luka tira de 3 y el pívot está plantado (aunque sean puntos desde el perímetro) contaría como una jugada de zona. En cambio, si Luka penetra y consigue una volcada con el resto de sus compañeros como opciones de pase por fuera de la línea de tres puntos, esto sería una jugada perimetral.
Pero ¿Cuál es el objetivo de este análisis? Es comprobar la tendencia ofensiva de los Mavericks y su optimización de la amenaza y tiro de 3 puntos por sobre la obtención de un rebote.
O, en español, la evolución en el juego a tal punto de resignar posesiones -al no buscar el rebote- priorizando la multiplicidad de variantes ofensivas para sumar de a 3 puntos y (en algunos casos) la penetración con la menor cantidad de defensores posibles en la zona.
Si bien en los partidos que no jugó Doncic este factor se potenció, con el esloveno también fue bien marcado y el juego del equipo texano-siempre que puedan decidirlo- contará con Luka como eje.
Juego 5: Falencias de Utah y pruebas de Dallas
Este partido fue particularmente tranquilo para Dallas y, aunque su propuesta ofensiva funcionó de manera efectiva, el motivo central de la cómoda victoria fue la falta de efectividad de Utah.
Sin embargo, los de Texas repitieron en ambas mitades su inclinación ofensiva convirtiendo el 63% de sus puntos a través de ataques perimetrales (explicados previamente en el quinto y sexto párrafo) y el 60% en la segunda mitad.
No podríamos saber si es mucho o poco al no tener contexto. Pero podríamos compararlo con Utah, que en la primera mitad convirtió el 25% por medio de ataques perimetrales y 36.5% en los dos últimos cuartos.
Esto nos daría un 61.5% para Dallas contra un 30.75% para Utah, suficiente para saber que los Mavs usaron bastante más este recurso (o por lo menos, mejor).
A simple vista esto nos dice poco, pero cuando revisamos los porcentajes de cada forma de tiro notamos que con los AP (ataques perimetrales), tienen mejor efectividad, tiran más tiros y consiguen más puntos. Además de poder diferenciar que la predisposición ofensiva de Dallas, está muy emparentada con los nombres propios que haya en la cancha.
Si está Luka con Powell, adquieren más injerencia Gobert o Whiteside debido al balance repartido de los ataques de zona con los perimetrales.
Ahora bien, si Luka se toma un descanso y Kleber o Bertans están en la cancha, pierde provecho un jugador que no pueda marcar el perímetro con cierta naturalidad.
Juego 6: Corroboración de hipótesis y pasaje a Semis para Kidd
En este juego se evidencio que la idea de Jason Kidd es volcar sus ofensivas a ataques perimetrales. Esto se debe a que fue progresivo, pero radical el cambio de estilo de Dallas a medida que avanzó el partido.
En la primera mitad, los Mavs anotaron el 56% con ataques perimetrales. Este número subió significativamente en el tercer cuarto (donde promediaron el 77.7%) y terminó de perder sentido en el último cuarto con la obtención del 100% de sus puntos por esta vía.
20 ataques realizó Dallas en este último cuarto y prácticamente no pisó la zona pintada.
Rápidamente podríamos asociarlo al peso defensivo de Gobert o (más agarrado de los pelos) Whiteside, pero en buena parte del 3er cuarto no jugó el francés ni el ex Heat y -durante ese tramo- Dallas tampoco apostó por poblar la zona o pelear rebotes. Algo llamativo pensando que el único jugador “grande” en Utah era Paschall durante ese segmento.
Para volver a tener contexto, los números de opciones ofensivas tomadas fueron abrumadores de nuevo. Casi el 71% de los puntos conseguidos por Dallas fueron a través de ataques perimetrales, mientras que Utah consiguió el 26.4% de puntos por esta vía.
En la primera mitad, Dallas repartió de manera casi salomónica su juego y apenas el 56% de sus tiros fueron mediante AP. Durante ese tramo del partido, Utah dominó con firmeza y logró un diferencial a favor de 12 puntos.
En los dos cuartos posteriores, los Mavericks cambiaron rotundamente y volcaron su ofensiva al lugar que más cómodos se sienten. Con el 85.9% de los puntos obtenidos con ataques perimetrales, el equipo de Kidd acortó la diferencia, pasó al frente por 2 y consiguió su pase a semifinales de conferencia.
Con Phoenix como futuro contendiente, Dallas apuesta a algo distinto. Los resultados y el nivel logran mantener la ilusión, aunque el rival sea gigante.
Tal vez la clave de este cruce sea el rol de Ayton y la lectura estratégica del coach rival, Monty Williams. Y si bien los Suns son los favoritos, Dallas podría sorprender a más de uno convirtiéndose en finalista de la Conferencia Oeste.
Nota: Manu Pérez
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