En Extrapase (miércoles 18hs), el invitado de lujo fue el español Manu Valdivieso, Strenght and Conditioning Coach de Dallas Mavericks, además de fisioterapeuta personal del letón Kristaps Porzingis.
Quien tuviera pasado como jugador en divisiones formativas de España, además de varios equipos en Liga LEB y EBA de su país, trazó un paralelismo entre la preparación física en la NBA y Europa. Además, nos habló acerca de su vínculo con Porzingis, que data de los años en donde el interno jugaba en Betis. También hizo especial hincapié en cómo y cuánto trabajan los jugadores de la NBA, incluso entre temporadas.
Además nos contó detalles de la preparación física de Luka Doncic y cómo se trabaja con él para llegar de la mejor manera posible a los playoffs por el título.
Reviví la nota:
-Tu inicio en la profesión luego de tu carrera como jugador profesional.
Sufrí lesiones demasiado temprano en mi carrera como jugador entonces pude asimilar que el camino de mi vida iba a ser otro, la fisioterapia siempre me había gustado y una cosa llevó a la otra y terminé en el baloncesto aunque no creí que fuera en el baloncesto profesional, pero cuando volví a entrar a un vestuario enseguida encajé, prácticamente ha sido mi vida desde los 9 años.
-¿Cómo surge tu relación con Kristaps Porzingis?
A Kristaps Porzingis lo conozco en su último año en España, antes de dar el salto a la NBA, ese año él tuvo pocos problemas, pero las pocas lesiones que tuvo nos permitió compartir bastante tiempo juntos y poco a poco fuimos formando un vínculo.
En el momento en que se da el traspaso de Kristaps a Dallas, los Mavericks me contratan a mí para que entre otras cosas pueda seguir cuidando de él pero también para poder trabajar con otros jugadores.
-¿Cómo afrontas las lesiones de los jugadores desde tu lugar?
Cuando un jugador se lesiona, al menos yo intento volver atrás y ver los datos que tenemos de ellos, y así te das cuenta si lo han cambiado de posición si pasó de ser 4 a ser 5 o ha pasado a jugar más minutos porque un compañero ha estado lesionado, pero es muy difícil, sobre todo el lesiones como las que ha tenido Kris, que fue la lesión en el cruzado un poco peculiar porque fue un golpe directo a la rodilla, cuando en realidad suele producirse por un mal apoyo u otras variantes. En este caso fue un golpe directo con Giannis Antetokounmpo y tuvo sus particularidades, solo fue el ligamento cruzado, no se dañó ninguna otra estructura con lo cual la recuperación fue más sencilla y él de esa lesión se ha recuperado perfectamente. Nosotros como franquicia intentamos evitar las lesiones en la medida de lo posible, el mayor problema con el que nos encontramos es el calendario NBA que a los jugadores no les da respiro. Ahí la fatiga empieza a jugar su partido, duermen poco, más los viajes, los back to back, nosotros venimos de jugar cinco partidos en una semana al ritmo en que se juega hoy en la NBA que es mucho más alto, mucho más cambio de dirección, los jugadores altos tienen mucha más demanda porque tienen que ser capaces de defender a jugadores más pequeños, con lo cual entre que el baloncesto ha ido evolucionado, y que el calendario sigue siendo excesivamente exigente en mi opinión, es difícil controlar las lesiones pero igual así lo intentamos.
A mi me gusta hacerle mucho hincapié al jugador en “la mínima dosis efectiva», lo que buscamos es obtener lo máximo haciendo lo mínimo, lo que hacemos de esa manera es quitarle al jugador la carga adicional que tienen a los partidos. Además de los juegos tienen el entrenamiento, el trabajo individual, su sesión de tiro, y al final es una carga durante el año que el cuerpo por un lado u otro se termina resintiendo. Tenemos estratégias de recovery, hemos intentado invertir en tecnología y trackear como descansan por la noche, les damos lecciones para que entiendan la importancia de dormir y tener un sueño reparador, armamos los viajes tratando de que puedan dormir cosa que en Sevilla si bien no había tantos partidos, no se podía hacer. Con lo cual no se trata solo de una cosa, es un cúmulo de varios aspectos, es el entreno, suplementación, la dieta e hidratación más el descanso para que un jugador se recupere lo antes posible de un juego.
-Los requerimientos de los jugadores con los que trabajas.
Este año estoy trabajando principalmente con Dorian Finney-Smith, Boban Marjanovic y Kristaps Porzingis, y después con el resto del equipo, pero cada jugador tiene una particularidad. Boban es una persona que no juega muchos minutos ni muchos partidos pero luego se le exige mucho a la hora de salir a la pista porque se espera que siempre sea un revulsivo, con lo cual para él tenemos que buscar estrategias para mantenerlo en forma incluso sin jugar partidos o entrenar porque ya una vez entrada la temporada apenas se entrena, por eso intentamos trabajar con micro-workouts antes, después y en el descanso de los partidos para mantenerlo en forma. El de Boban es un físico extremadamente fuerte que necesita otro tipo de trabajo para sus articulaciones, KP necesita un trabajo distinto, más de fuerza e intentar mantener un buen volumen y tono muscular. Lo que intentamos es crear un player profile para que con los datos y tecnología que tenemos intentar ver específicamente qué es lo que necesita el jugador e intentar alcanzarlo con la mínima dosis efectiva para no sobrecargarlos de trabajo.
-La brecha del nivel físico entre la NBA y el básquet FIBA.
En Europa se va pensando más en mejorar al equipo a partir de mejorar al jugador, aquí en Estados Unidos se piensa que si un jugador es más rápido, más fuerte, bota mejor la pelota, tira mejor y tiene mejores fundamentos al final lo va a traer al equipo con lo cual puedes centrarte mucho en mejorar e intentar evolucionar las características de los jugadores a nivel individual, eso hace que jugadores talentosos que al final casi todos son personas con una gran determinación y ética de trabajo y grandes hábitos como los Giannis Antetokounmpo, Curry, LeBron y demás, terminan evolucionando de una forma que en Europa no lo hacen. Yo espero que esa distancia, como dice Xavi Schelling, se reduzca y que en Europa u otras ligas la filosofía de entrenar no sea solo cinco contra cinco ni tanta carga táctica porque al final el jugador termina pagando un precio de estar siempre con entrenos largos de dos horas mañana y tarde, sino tratar de focalizar un poco más en el propio jugador, sus fundamentos, sus tiros, en su juego y demás, creo que eso va a ser beneficioso para el resto de las ligas y que la distancia se va a ir acortando.
-Diferencias con Europa en el mismo ámbito
La NBA es un mundo completamente diferente, en cierta manera también extraño trabajar en Europa porque los staffs son más pequeños y puedes crear vínculos personales un poco más arraigados, en la NBA hay tanta gente trabajando tan profesional que si bien tienes trato un año están y al otro ya no. Es un mundo muy profesional, tienes acceso prácticamente a lo que pidas, nosotros en cuanto vemos algo que nos gusta llamamos a la empresa, vienen, nos los enseñan y si lo consideramos lo compramos. No tenemos límite a la hora de intentar probar con nuevas tecnologías, materiales o equipamientos, con lo cual es una enorme diferencia, luego es cierto que la materia prima con la que trabajas es increíble, estos chicos son superhombres, son buenos tipos, listos con unos físicos privilegiados y encima trabajan muy duro.
La NBA busca jugadores que sean buenas personas y chicos ejemplares, la liga está llena de casos de jugadores con un talento innato tremendo que están fuera de la liga por mala cabeza o mala ética de trabajo. Las franquicias ya no buscan eso, con lo cual también a la hora de trabajar con unos jugadores y no con otros también es una gran diferencia.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió al llegar a la NBA?
Lo primero que me impresionó cuando llegué a la liga fueron los jugadores, porque en Europa se cree que en la NBA no se entrena y nada más alejado de la realidad, los jugadores trabajan muchísimo, incluso más que en Europa. Están todo el año entrenando, nosotros tenemos pretemporadas de dos semanas porque los jugadores ya están en forma, están todo el verano trabajando en su juego. Eso me impresionó, que terminamos un juego a las 23:00 y teníamos a cuatro o cinco chicos en el gimnasio haciendo pesas. El nivel de profesionalismo me sorprendió mucho, aquí en Dallas no solo quieren buenos jugadores, sino también que sean buenos chicos, que se preocupen, que sean educados y la verdad es que tenemos un equipo donde son todos buenos chavales, así que eso también me sorprendió porque esperaba algo distinto.
-¿En que se modificó tu trabajo al pasar de New York Knicks a Dallas Mavericks?
Quien ha vivido en Nueva York puede entender un poco como se manejan, allí todo se magnifica, se vive al límite, es un ambiente un poco más agresivo. El tiempo que nosotros estuvimos allí, la franquicia estaba en una guerra política y casi que los resultados eran lo de menos. Las franquicias se construyen de arriba hacia abajo y eso se notaba, cuando llegamos a Dallas fue un ambiente completamente diferente, Mark Cuban (dueño del equipo) está siempre por ahí, es un hombre muy amable y generoso, ya a partir de ahí te das cuenta como Mark se quiere relacionar con gente de ese tipo, es un staff con gente que lleva 40 años en el equipo, eso es muy extraño en una franquicia NBA.
-La adaptación de Luka Doncic a la NBA y los rumores antes de su llegada a la liga.
No hace falta que yo diga lo bueno que es Luka, la facilidad que ha tenido para adaptarse al baloncesto NBA, si hubiera una liga interplanetaria él llegaría y se adaptaría sin ningún problema. Mucha gente me pregunta por el aspecto físico de Luka, si está en forma y él es un jugador tremendamente fuerte, es uno de los jugadores más fuertes que tenemos en términos absolutos. Si hacemos un test de fuerza Luka sería de los tres primeros, es un jugador más grande, más alto y corpulento de lo que la gente piensa. Luego Luka tiene una particularidad y es que él acelera y desacelera con un timming y con una facilidad para su peso que es sorprendente, eso unido al talento que tiene y su capacidad de competir ha hecho que su adaptación en la liga sea más sencilla. Luego se da otra peculiaridad con los jugadores como Luka y es que a medida que pasan los años necesitan hacer un desgaste físico menor pero producen igual o más. Los playoffs tienen una diferencia con la temporada regular y es que en el inicio de la liga el ritmo es más alto, después baja un poco y ya ya en postemporada el ritmo desciende aún más pero aumentan los minutos los jugadores más importantes, con lo cual ahí tenemos que hacer un trabajo de resistencia y preparar a los jugadores para que cuando lleguen a los playoffs sean capaces de rendir en los últimos cuartos que es donde te juegas realmente los partidos. Tenemos estrategias para que lleguen bien todos los jugadores a distintos puntos de la temporada.
-En un ámbito tan profesional donde se complejizan las relaciones interpersonales, ¿cómo influyó la burbuja del 2020?
La burbuja fue una gran experiencia, lo hablamos muchas veces dentro del staff y con los jugadores porque la pasamos bien, fue una situación muy rara porque estabas en una burbuja en un hotel con la misma gente todo el día y ahí sí tuvimos la oportunidad de crear vínculos porque no teníamos otra cosa para hacer y siempre coincidimos. Los Primos es un grupo que surgió en la burbuja entre los que hablábamos español, éramos Luka, JJ Barea, Boban, KP y yo, ahora mismo echamos de menos a JJ que nos ha abandonado.