Sebastian Silva, el entrenador del seleccionado U19 que recientemente terminó su presentación en el Mundial de esa categoría, habló en Minuto Para Las Pibas para analizar el torneo del equipo argentino.
«Esta camada viene de jugar un Sudamericano en 2019 con 40 puntos de promedio con un excelente entrenador que acaba de ascender en Liga Argentina, de ahí nosotros empezamos a construir una manera de jugar, a mi entender muy valiente, para tener una idea de juego que nos permita competir a nivel internacional que va a llevar un proceso muy largo, desde luego, pero hay que empezar a tener una identidad.
En el peor juego ofensivo de la historia del mundial U19 para Argentina que fue contra Hungría hicimos 29 puntos tuvimos 105 plays para jugar, entonces la idea se plasmó, las chicas la compraron y ahora hay que aprender a jugar a ese ritmo, pero si no jugamos ese ritmo nosotros nunca vamos a tener chances. Si sobrevaloramos el orden por encima de la velocidad de ejecución nunca vamos a poder competir y yo defiendo la postura de que tenemos que empezar a buscar un camino, así como lo hicieron los asiáticos de que no importa la raza o la talla, hay que buscar la manera de competir.
Este equipo ganó dos partidos y perdió cinco como la última gran camada del 2019 que tuvo otro gran entrenador como Mariano Junco. Para mí hay que ser valiente y cambiar la idea, tenemos que buscar una forma de competir internacionalmente.
Nuestro objetivo era, contra las potencias tener un piso de 45 puntos nuestros y un techo de 75 del rival, menos contra Hungría logramos el objetivo de la potencia, pero no pudimos con la parte ofensiva que claramente tenemos un tema. En estos torneos pasa siempre, lo aprendí en mi experiencia con Cristian Santander, que tenés un mal partido, uno bueno y uno a nivel, le pasó a Corea, que perdió con Egipto en un pésimo partido del equipo coreano, nos pasó a nosotros que tuvimos un pésimo partido con Hungría y uno muy bueno ante Brasil porque empezamos a tomar esa idea de tomar decisiones tempranas que nos dieron ventaja.
Si hubiésemos podido llegar a este torneo con siete u ocho partidos importantes de rodaje seguramente nuestro desarrollo de juego hubiese sido diferente y mejor pero es la situación que nos toca vivir, hasta los amistosos que teníamos planeados con Estados Unidos, España y Canadá tuvieron que ser cancelados.
Vi muy bien y muy confiadas a las chicas, hubo rendimientos muy altos desde donde partimos, como el partido de Georgina Buzetti contra China Taipéi, tanto en lo ofensivo como en lo defensivo, el trabajo ante la interna de Brasil que juegan como adultas me pareció fantástico, Baccarelli en su posición de uno vertical lo hizo muy bien. hubo rendimientos muy parejos a lo largo del torneo como los de Saravia y Bazan, recordemos que Bazan llega en octubre siendo el 4 de la categoría d Santa Fe y siendo el 4 de Ben Hur de Rosario y con su trabajo personal la hizo correr de posición y terminó siendo el 2 de la selección con 3 de 4 en triples y la toma de decisiones siempre acertada a la hora de generar juego.
No puedo evitar quedarme con esas sensaciones buenas, si nosotros fuimos capaces de dejar una potencia como lo es Francia en 6 u 8 puntos en un cuarto quiere decir que hay una evolución tremenda en esta camada que no hay que dejar que se pierda.
Lo primero que nos falta son las horas de entrenamiento que tienen las chicas comparadas con el masculino, si nosotros vemos cómo jugó la U19 masculina vemos que fue con la misma idea de toma de decisiones tempranas, de tomar cualquier situación ofensiva porque no es fácil competir con potencias europeas que compiten todo el año en centros de entrenamiento para trabajar el año completo. Lo que tenemos que hacer es aprender a jugar a mayor ritmo, a la toma de decisiones y lectura, nos falta mucha lectura de ventaja, jugamos muy mal contra los cambios.
El camino es el trabajo, no tenemos que desesperarnos porque la situación fue aparentemente mala, yo veo desde donde partimos, desde donde arrancó este equipo y estoy feliz porque las chicas plasmaron la idea, jugar un montón de posesiones y lo hicimos incluso por arriba del nivel de la liga de varones, entonces tenemos que jugar a ese ritmo si queremos competir. Si yo quisiera cuidar mi espalda de entrenador hubiésemos jugado distinto pero tenemos que ser valientes y buscar la forma de competir, como hicieron los asiáticos, que cuando tienen una buena camada está entre los primeros cinco y cuando no compiten.
No me parece una gran idea que se vayan tan jóvenes las jugadoras a jugar otra ligas, voy en contra de lo que la gran mayoría piensa porque veo como vuelven a la selección y la verdad es que vienen complicadas física y técnicamente más allá de cuestiones personales, veo que van a jugar a ligas A2 de Italia o España y no han aportado grandes cosas a la selección argentina, no veo que vuelvan mejores. Respeto las decisiones personales pero habría que ver el plan deportivo de los lugares a donde van. Creo que con los entrenadores que hay en Argentina más los días que sume la selección entrenando yo creo que las jugadoras van a ser mejores acá que en ese tipo de competencias.
Estoy convencido de que es muy importante que mientras las chicas puedan entrenar con la selección durante la semana aparte de lo que hacen en sus clubes será muy importante para poder potenciar lo bueno como pasa con los varones. Y la diferencia es esa, que en los clubes hay dos aros entonces no podes ni ejecutar tiros, tenés una hora y cuarto para entrenar y sólo dos o tres días como máximo. Hay que sumar trabajo, es proyecto de Gregorio Martínez y la CAB que las jugadoras estén entrenando una cantidad de horas mínima semanales, esto no es magia es trabajo.»