Después de una semana complicada para la Selección Argentina Femenina, donde se confirmaron varios casos de Covid positivos, en 3×3 Radio hablamos con Gregorio Martínez, entrenador del equipo, que nos contó sobre el presente de las jugadoras y el staff técnico, cuáles fueron las medidas preventivas que se tomaron durante la preparación y cuál será el futuro del equipo en la Americup.
Tenemos una mezcla de sensaciones muy grande, tristeza, impotencia. Hace mucho que no estaba tan triste, es muy profunda. Tanto remarla para esto. Uno vino acá a competir, es la esencia, uno tiene que conformarse con que las chicas estén bien, pero no nos podemos sacar la sensación de impotencia de adentro. Hicimos un esfuerzo muy grande, toda la organización lo hizo, pero tenemos que agradecer que las chicas estén bien y estén transitando la enfermedad sin problema.
Desde que nos dieron los primeros positivos estamos tratando de buscar en qué nos equivocamos. Está claro que en algo fallamos, porque algo pasó, pero mirando para atrás no logramos encontrar en qué momento pasó esto. Nos cuidamos muchísimo. Nos hisopamos antes de ir a Sunchales, el 20 de mayo, todos nos negativos, tuvimos una seguidilla de hisopados que dieron todos negativos, tuvimos cinco hisopados en menos de un mes, y testamos positivos en Puerto Rico. De alguna manera llegamos, pero no sabemos cómo. Hablaba con un amigo médico y le decía que no entendía, y me decía que tengo que salir de mi microclima, que en Argentina hay 4.000.000 de infectados confirmados, eso no me conforma, le pregunté donde puede haber sido y me respondió que un viaje implica un riesgo… Estamos como estamos.
Tuvimos un control de doping sorpresivo antes de viajar, Burani, Boquete y Llorente fueron a ese control. Preguntamos si podría haber habido algún inconveniente desde ese lado porque realmente no logramos encontrarle explicación a esto. Meli se quedó acompañando a Agostina porque tenía un problema con el estudio.
Nosotros tuvimos dos juegos con la liga de desarrollo de Obras, todos los jugadores habían tenido el virus hace un mes, los que no pasaron la enfermedad no fueron parte del juego, tomamos hasta esas precauciones. Cuando testeamos positivos hablamos con el equipo para avisarle, y volvieron a realizar testeos en el plantel, y todos dieron negativo.
Las chicas están sin síntomas, Burani tuvo fiebre el miércoles de la semana pasada, de ahí en adelante no hubo más inconveniente, las demás chicas están asintomáticas. Viqui Llorente dio positivo y un rato antes tuvo una resonancia porque no presentaba ningún síntoma. Lo más importante ahora es que ellas estén bien.»
FIBA determinó que con siete jugadoras se puede disputar el partido, es la cantidad que tenemos hoy, vamos a ver si nos dejan jugar. No debe ser una decisión fácil para la organización ni para los demás equipos. Nosotros estamos encerrados, en un piso aislado, en los primeros días tampoco salimos de las habitaciones por protocolo, un solo día bajamos a comer a un salón (el viernes a la tarde) en dos grupos, después teníamos un turno en el gimnasio y el horario de entrenamiento.
Cuando dieron los primeros positivos fue mucha sorpresa, y después una argentineada de pensar que éramos más fuertes que nunca. Eso lo aprovechamos a favor. No es fácil vivir 48 horas en una habitación, pero nos potenció, costaba, pero la convivencia fue de primera, potenció mucho a las chicas. Para ser sincero el equipo estaba configurado para otra cosa, uno arma todo pensando en un equipo, y cuando cambia la situación de golpe la historia cambia.
La situación genera angustia, se te cruza todo, todo el tiempo por la cabeza. No es un secreto que soy insulino dependiente y tengo posibilidades que me haga peor que al resto, y tengo un riesgo mayor al resto, y por más que uno tenga la cabeza fuerte, el cagaso no se te va. Cada uno tiene su propio mecanismo de defensa, y tiene la cabeza configurada de una manera, pero igual tiene cagaso, yo me siento responsable de todos los que viajaron conmigo. La verdad que mi principal preocupación es que el cuerpo técnico y las jugadoras estén bien. Por suerte estoy vacunado, me dieron una dosis el 20 de mayo. La teoría indica que estoy un poco más protegido. Esto te afecta la cabeza por esto que uno dice, que estás encerrado, solo y te da mucho tiempo para pensar.
Nosotros esperamos que no haya más testeos positivos en el equipo, pero más allá de la fuerza que hicimos para que no pase, sucedió. Y Vicky compartió el almuerzo con el equipo. Por más que no se considere como contacto estrecho, puede pasar que los positivos no se terminen acá, lamentablemente. Hasta los 12 días te puede dar positivo después de un contacto estrecho.
Yo soy un tipo que no cree en la suerte, la gente lo adjudica a lo que no puede explicar por una falta de conocimiento. En esto, la verdad que tenemos mucha ignorancia, cuando uno habla no hay explicación para muchas cosas, que en un matrimonio uno se contagie y el otro no. Uno de los chicos que trabaja en el cuerpo técnico, al principio de la pandemia la esposa se contagió de covid, y se quedó con ella, nos contó que no se podía parar, que la tuvo que acompañar todo el tiempo que pasó la enfermedad y nunca se contagió.
La verdad que en la preparación, y en esto quiero ser justo, la CAB nos puso todo a disposición. No nos faltó nada y esto es mérito de la CAB, la secretaría de Deporte nos ayudó muy poco, y tuvimos hotel, traslado, lugar de entrenamiento, nos llevaron a Sunchales, todo fue gestión, y contamos con todo lo que necesitábamos. Hicimos los hisopados, y la verdad que más que eso no se me ocurre, más que estar en una burbuja estéril sin viajar y sin salir a entrenar. No se podía tener más cuidado del que tuvimos.
Por suerte no tengo redes sociales, y no voy a tener, y no me entero de lo mucho que se dice. La gente, a veces con buena intención y a veces sin buena intención, habla sin saber. Como no tengo redes, estoy abstraído de eso. A las chicas les llega un poco más y las afecta porque uno sabe el esfuerzo que hicieron para llegar hasta acá. Yo tengo jugadoras concentradas desde el 26 de abril que hoy están acá, hace 50 días que están con nosotros. No digo una o dos, son un montón. Jugadoras que no son millonarias por jugar al básquet y lo hicieron con una entrega y un desinterés muy grande, solo quieren defender la camiseta de la selección. La verdad que el esfuerzo fue muy grande, de toda la organización, de las jugadoras, que hicieron un esfuerzo enorme que hizo posible que nos preparamos como corresponde.
Con Dominicana, en un contexto emocional muy grande, las vi muy bien. Faltaban las tres jugadoras que iba a llevar el peso del equipo en ofensiva y el plantel lo llevó bien y cumplió con el plan y ejecutaron lo que planeamos. Contra Puerto Rico estuvimos un escalón abajo, me parece que bajamos un poco el nivel. Me parece que con el equipo completo estábamos para competir, pero la verdad es que estamos adivinando. Tenía buenas sensaciones con el equipo, quería verlo rodar y competir, iba a ser un punto de saber cuál era nuestro nivel real y lamentablemente no vamos a saber cómo pudo ser.
Hace una hora nos hicieron un nuevo hisopado, hasta la noche no vamos a tener los resultados, y no es un panorama fácil. Si vos fueras Venezuela o Puerto Rico saldrías a jugar contra Argentina. Siempre dijeron que jugando no se contagia, pero no hay lógica, es entendible si no quieren jugar. No está en mis prioridades pensar en las jugadoras de Venezuela, sino en mi staff, pero hay que ponerse en el lugar del otro. Todavía no sabemos si podemos jugar.
Quiero aprovechar a llevar la tranquilidad a las familias de las jugadoras, me pongo en la piel de ellos y les digo que estamos haciendo todo lo posible para que estén bien. Esta situación es algo impensado, y para uno siguen siendo chicas. Cuando toca jugar fuera del país se toman algunos riesgos y lamentablemente se concretaron y acá estamos, en el medio de este baile.