Cuando Taylor Ongwae lograba anotar sobre la bocina para asegurar la victoria de Kenya sobre Angola, 73-74, abría las puertas del Afrobasket a su selección por primera vez en 28 años. Pero más que eso, metía de lleno en la historia a su entrenadora, Liz Mills, que ya forma parte del muestrario de pioneras del deporte mundial.
Y es que la australiana, devolviendo la gloria baloncestística a Kenya, en forma de billete para el Afrobasket, se convertía en la primera mujer de la historia del baloncesto mundial en llevar a una selección masculina a un gran torneo.
Y no es casualidad. Liz Mills llevaba mucho tiempo en su Sydney natal preparando este momento. Parte de ese sueño se hizo realidad cuando la federación de Kenya puso el destino del equipo masculino en sus manos. La otra parte se cumplió definitivamente con la canasta de Ongwae y la victoria sobre Angola.
«Estoy muy agradecida a la federación de Kenya por confiar en mi para llevar al equipo al Afrobasket«, decía Mills tremendamente emocionada cuando el equipo ya tenía el billete en el bolsillo. A 13.500 kilómetros de su casa, Liz era la mujer más feliz del planeta.
La australiana ha logrado algo que ninguna otra mujer había logrado hasta ahora. Por eso sabe el valor que tiene: «Lo más importante es asfaltar el camino para la próxima generación de entrenadoras. Es importante que las federaciones y los clubes confíen en las mujeres, porque podemos demostrar que somos capaces de hacerlo bien».
Mills, que ahora tiene por delante la tarea de preparar un equipo para competir en el Afrobasket, siempre ha dicho que su mayor fuente de inspiración fue el ejemplo de Becky Hammon y Greg Popovich en los Spurs. Ahora, ella forma parte de la historia también.
Nota: marca.com
Foto: FIBA
