Después de haber tenido gran participación en la LNBP de México y la DPB de Colombia, se confirmó que Alexis Elsener disputará la próxima edición de la Liga Uruguaya junto a Goes, donde ya se encuentra el entrenador Guillermo Narvarte.
En su paso por Plateros promedió 11.0 puntos, 4.8 rebotes y 2.7 asistencias durante los 14 partidos (todos como titular) que disputó.
En Expedición Albiceleste hablaron con el Alero, que contó su experiencia en los dos torneos, y cuáles son las expectativas para este nuevo desafío en el país vecino. El argentino, además, analizó la presencia argentina en las competencias.
Esuchá la nota completa:
«Muy contento por las oportunidades que se me están brindando, esa es la palabra.
La verdad que fue una oportunidad que no esperaba, se dio todo muy rápido, me encontré con un grupo bárbaro, así que la adaptación no costó, al compartir equipo con Ale y Diego. Me encontré un entrenador de Puerto Rico, que le gusta jugar al pase extra, que le gusta defender, se formo un buen grupo. Tuvimos la mala fortuna de perder cuatro partidos seguidos por el covid, nos hicieron jugar apenas salimos y perdimos dos partidos mas, asi que se nos fue la clasificación ahí, teníamos muchas ilusiones, la dirigencia había hecho un buen trabajo, nunca nos faltó nada, nos encerramos para cumplir el protocolo, fuimos respetuosos con nosotros mismos. Fue una experiencia muy linda, así que me volví muy contento.
Uno se amarga porque entrenas todo el día, te esforzas mucho para que al equipo le vaya bien y que te saquen los puntos por algo externo es algo que duele. Sabíamos las reglas de juego, nos tocó a nosotros y a Correcaminos y después empezaron a caer los otros equipos cuando estaba todo definido. TUvimos mala fortuna, nos tocó. Hicimos todo lo posible para que no pasara, fuimos 18 de 22, casi todo el equipo.
La dirigencia fue muy buena, nos sentimos muy protegidos todos los jugadores. Sabía que era una situación única, de agarrar la camioneta para ir al estadio, o para ir a otro partido. Lo comprendía mucho, los entrenadores estaban con nosotros, no lo sufrimos, al menos en mi caso, lo vi como algo para la unión del grupo. Éramos un equipo fuera y dentro de la cancha, por eso se hizo un buen grupo, por eso se hizo más fácil todo. Cuando tenés un buen grupo, todo pasa rápido. Hacés lo que te gusta, y lo compartís con buenas personas. La dirigencia quedó muy contenta con nosotros. De hecho hablaron de repetir el mismo equipo porque quieren tener revancha, sabían que teníamos buen equipo, yo nos veía en Playoffs haciendo buen papel, era un equipo con talento, y teníamos entrenamientos de primer nivel, pero bueno, nos costaron esos seis partidos. En la primera parte dominamos mucho y al final nos quedamos sin nafta, y terminamos con récord 5 a 5, cuando teníamos seis partidos de local y 4 de visitante. Eso le quedó a los dirigentes, nos dijeron que nos fuéramos tranquilos, que querían repetir el equipo.
Habíamos terminado de jugar y a los dos días antes de tomarme el vuelo a Argentina me llama el Tulo, me pareció raro y me preguntó si no quería ir a Colombia. Tenía un par de propuestas de equipos de liga, y dije que ya que estaba iba a seguir recorriendo, y le dije que si en seguida, de mi parte si, faltaban arreglar detalles y le confirmé al Tulo que estaba todo listo y que en dos días iba a estar en Colombia. Pedí un hisopado, porque para ingresar necesitaba el PCR negativo, se movieron y fue rapidísimo. Tuve un traspié, que el piloto se confundió y terminamos en Cali, esperamos dos horas, y volvimos a Bogotá y al otro día se pudo volver, una locura, porque se confundió el GPS del avión. Los de Cali llamaron al alcalde, para que me dejaran bajar, me divertí mucho en ese momento.
La verdad vi muy bien al básquet colombiano, físicamente se juega con mucha intensidad, fue muy duro adaptarse, venía con el trajín de México, donde se deja jugar mucho. El argentino no está acostumbrado a que le peguen tanto, en México y Colombia hay muchas manos. Me tocó llegar a un equipo organizado, el Tulo organizó muy bien el equipo y aparte de tener a Juan como base, que decía algo y todos lo escuchaban, siempre quise jugar con él y se dio aca. Había muchos equipos que le costaba organizarse o hacer el balance defensivo y castigábamos mucho de esa forma, aprovechamos las debilidades para anotar. En la final nos encontramos con un equipo mejor plantado, que viene de salir campeón, donde los primeros partidos me asusté por la diferencia en poco tiempo, pero los partidos que estuvimos cerca los ganamos, pero al último nos quedamos sin nafta, porque jugar 13 partidos en 21 días, arriba de 35 minutos, muchas veces las patas se quedan sin nafta.
La verdad que los argentinos fueron protagonistas en las dos ligas, el respeto la verdad que fue algo muy lindo de ver, como por ejemplo en Selem, el nivel que tuvo para jugar, Juan la verdad que lo hizo increíble hasta que se desgarró, Juan Brussino, que fue uno de los mejores del oeste en México. Kevin Hernández lo hizo muy bien, tanto nico Romano, que fueron campeones y del otro lado como lo hicieron Erik y el Faca, todos lo hicieron muy bien, el único cortado fue Mariani, a veces no te entra la pelota y como extranjero tenemos que rendir para seguir en camino. En general todos lo hicieron muy bien y todos se quedaron contentos con nuestro trabajo.
Yo tuve mucha relación en Cali con la organización del torneo, su hijo era el presidente del equipo y hablaban de cómo mejorar la liga, de hacerla más larga, para tener más competencia y no tengan tantos meses sin jugar. El jugador que está parado y vuelve después de muchos meses a competir en un torneo corto, para volver a parar después, es muy complicado, no tiene una constancia, le faltaría un poco más de eso para empatar las mejores liga. México es una competencia que trae muy buenos jugadores, es una liga donde se paga mucho para salir campeón y tenés seis candidatos por zona. El único equipo flojo fue Correcaminos, que no tuvo suerte con el covid, y del otro lado Abejas, pero se habían armado muchos equipos con buenos presupuestos.
La verdad que estoy contento por las oportunidades, ya había estado en Uruguay hace varios años para las finales con Malvín, un poco conozco. Me toca un entrenador argentino, Guille Narvarte, y estar el Oso Osimani, su hermano Joaquín, y el enano Martínez, que fue compañero mío, no fue una decisión difícil de tomar. Quería seguir jugando en el exterior y me tocó ir a Goes así que contento, porque es una oportunidad, es trabajo, sigo en competencia y quise aprovechar la chance.»