En el aire de UCU WEB RADIO, en un nuevo programa de Overtime, Pablo Viola habló con Natacha Perez, la jugadora de «Las Gigantes» y Berazategui conversó sobre su carrera, los equipos en los que jugó, sus estudios y mucho más. Reviví el programa y lee las declaraciones más destacadas:
«Por suerte siempre estuvo la oportunidad y siempre hubo algún club para ir a jugar afuera, de hecho mi representante me volvió loca ‘bueno unos meses’ y no siempre lo dije y está en mi cabeza terminar con la facu, poder recibirme e irme tranquila. Lamentablemente el básquet argentino no es profesional, nosotras si podemos dedicarnos por ahí en este momento solo a jugar pero no es algo que te asegura a futuro nada.»
«Se me hizo muy largo obvio porque con las concentraciones, viajes, uno pierde cursada, mesas y se hace difícil. Pero bueno, realmente cuando el año pasado termine las practicas en el hospital dije bueno me voy media temporada a jugar afuera, vuelvo juego la liga, rindo la tesis, que era lo que me quedaba, y bueno después me puedo como dedicar a esto.»
«Si bien nuestro básquet no es profesional, desde nuestro lado es 100% porque la verdad es que nos dedicamos y nos ocupamos a esto, y tratamos siempre de buscar nuestra mejor versión.»
«A mi me gustaba mucho el fútbol, jugaba mucho porque me crié con tres primos varones, mi hermana me saca seis años entonces no me daba ni pelota, siempre jugaba a la pelota. Y como no había fútbol de nenas, mira que increíble, tampoco que tengo 70 años, bueno empecé en una canchita acá a dos cuadras de mi casa que no era Pacífico y empecé a ir con varones. Era súper relajado, hacíamos juegos. Y bueno a las dos semanas me surgió ir a Pacífico. La verdad que siempre me gustó desde el lado del juego porque tuve un entrenador que era muy didáctico para enseñar y me acuerdo que era todo juego, además jugábamos al básquet, pero el nos enseñaba todo por medio de juegos.»
«Cuando surgió lo de ir a Lanús se empezó a tomar todo más serio, hable con mi entrenador de acá, tenía miedo la verdad que irme a otra provincia, Buenos Aires, era una decisión muy difícil. Me acompañaron mucho, mi familia que sufrieron mucho cuando me fui y sigue sufriendo pero me acompañaron, probé 6 meses, mi entrenador de acá de Mendoza me dijo ‘anda Nacha, si no te gusta acá estamos otra vez, te quedas acá con nosotros’, así que fui me encanto y cuando volví dije ‘no me quiero ir de nuevo’ y bueno no volví más, eso fue a los 17.«
«La competencia acá es muy poca, muy poca. Hay muchos problemas entre los clubes, que la Federación, que la Asociación, hay muchos problemas. De hecho cuando Las Heras presenta un equipo para la Liga que yo me vine a jugar para acá, fue difícil porque se hizo como una selección, dijeron bueno traigamos a las mejores de cada club para que ese equipo represente a Mendoza, con el título de Las Heras, que no tiene equipo competitivo, tiene en categorías más grandes maxi y eso. Y hubo un montón de problemas con entrenadores, con clubes, con compañeras (…) En las más chiquitas se vio mucho la mejoría y realmente es una pena que Mendoza no pueda tener un equipo en liga, que no pueda tener una competencia mucho más fuerte. Lo mismo pasa en Santa Fe, en Córdoba que uno dice ‘son provincias que se respira básquet’. Entonces es una lastima realmente, cuando uno sueña con una Liga bien federal y que sea bien representativa de argentina, yo sueño con que Mendoza tenga un equipo y lo mantenga en el tiempo.«
«Este año Corrientes iba hacer algo similar con la Liga Femenina, iba hacer una fusión, creo que va por ese lado. En el interior la competencia es muy baja, el presupuesto de cada club no se compara con el presupuesto de Buenos Aires. Nosotras acá en Pacífico queríamos viajar a jugar un torneo amistoso en Chile y salíamos a vender rifas, cocinábamos tortas, hacíamos cosas en el club, queríamos comprar camisetas y era lo mismo, juntábamos plata para todo y olvídate de recibir un peso osea cada una ponía plata. Creo que esa es la realidad que se vive en toda o gran parte de los clubes de la provincia. La única manera de levantar ese club o levantar esa provincia varios escalones hacia arriba y ubicarlo a la misma altura que los otros clubes que juegan la liga femenina, hay que fusionarse y hay que dejar egos, problemas y cosas de lado.»
«Volver acá fue para mi un desafió desde lo emocional, de hecho los primeros dos partidos la pase muy mal, muy mal, tenía mucha presión, sentía que tenía que hacer todo y bien, como que tenía que cumplir con Mendoza porque había muchísima gente y sentía como que tenía que hacer todo bien como para devolverle a Mendoza lo que soy como jugadora, porque salí de acá. Y la pase muy mal los primeros dos partidos.»
«Lo de Tailandia sin duda fue como el hecho más importante y a medida que pasa el tiempo como que uno le va dando más valor y es más consciente de lo que pasa, de lo que implico eso. Porque cuando se logró no nos dimos cuenta de lo que estábamos consiguiendo.»
«Nosotras no conocíamos esa emoción, ese sentimiento, es algo que nadie, ningún deportista conoce. Uno va un torneo y que dice bueno puedo ganar puedo perder podemos jugar mal podemos jugar bine nos podemos lesionar pueden pasar un montón de cosas que uno es consciente de que haber el deporte te pone en esa linea y vas caminando por ahí arriba y bueno te puede empujar para cualquier lado. Pero que pase algo así, quedar afuera de una semifinal a parte lo que fue ese partido contra Estados Unidos que el equipo jugo hermoso, sabiendo que veníamos con un proceso nuevo, con un cuerpo técnico nuevo, era todo un desafió, estábamos jugando cuatro y uno que para nosotras fue re difícil adaptamos y nada ver la fluidez del equipo en ese primer partido estábamos muy ilusionadas para lo que venia y te digo estábamos para salir primeras, estoy segura. Porque la confianza, por como estaba el equipo la ganábamos a todos. (…) Indescriptible, una sensación de vació, de decir hace 20 días que nos estamos preparando para esto y nos olvidamos las camisetas ¿de verdad? esto no pasa en ningún deporte, no pasa en ninguna rama masculina, no pasa en ningún lado. (…) Nos dolió muchísimo, nos sigue doliendo, salimos en todos lados, hasta en la televisión de España y no por haber ganado en Tailandia y no por haber salido campeonas después de 70 años, por habernos olvidado las camisetas y las verdad que nos duele un montón, a mi se sigue doliendo.»
«La verdad que cuando todo esto paso estábamos como confundidas, dolidas, tristes y la verdad que en ese mismo momento, ese mismo día nos mataron a mensajes periodistas, personas, jugadoras todo, en el buen sentido y diciendo chicas las bancamos. De hecho publicamos una foto con un comunicado diciendo que la verdad no íbamos hablar en ese momento porque la verdad que nosotras fuimos a representar a Argentina y fue lo que hicimos siempre y salir a jugar al otro día después de esa situación fue horrible. Cuando termina el torneo nosotras nos juntamos, nos reunimos, empezamos hablar a ver que íbamos hacer, si íbamos hacer publico todo esta situación y la verdad que como todas las decisiones que se toman en el equipo lo hacemos por votación, no es que dos o tres dicen si y hacemos lo que dicen. Y bueno si gran parte del equipo quiere hablar, hablamos y si gran parte del equipo dice que no, no se hace, es así. Yo personalmente siempre quise comunicar esto.»