¿Quién fue León Najnudel? Un visionario. Un loco lleno de proyectos federales para hacer crecer al básquet nacional. Según Adrián Paenza: «León volvió del futuro para enseñarnos a nosotros el presente que debería desarrollarse para que el básquetbol crezca». Para los que tuvieron la suerte de conocerlo, es eso y mucho más. Para aquellos que no corrieron con el mismo placer, fue el precursor de una idea que hoy les permite disfrutar de este deporte que nos dio tantas alegrías. Las utopías dejaron de ser tal, y los sueños se hicieron realidad.
Hay muchas formas de recordar a León, casi todas se llevan a cabo con una tímida sonrisa que se asoma en la comisura de los labios. También se le puede sumar un asentimiento lento, en reconocimiento de todo su trabajo por el baloncesto. El «Ruso» (como le decían los más cercanos) se manejó durante toda su vida con los principios más significativos: fue fiel a los suyos, fue un maestro para todos aquellos que quisieran aprender, fue solidario y fue un luchador, tanto dentro de la cancha como fuera de ella. Luchó contra los que intentaron opacar los sueños, luchó contra los que se oponían a su proyecto y luchó contra la maldita enfermedad que lo llevó antes de tiempo.
De sus sueños nació la piedra fundamental que puso al básquetbol en lo más alto. Su nombre sonó en Indianápolis, cuando la selección Argentina terminaba con un reinado de los Estados Unidos que había durado por 10 años y 58 partidos. También se pronunció cuando sonaron las estrofas del Himno Nacional en Atenas 2004, y también se recordó en China 2019 después de ver como los pibes de la Liga le hacían frente a todos los monstruos que aparecieron en el camino. Desde arriba les sonrió a todos, y desde ahí también vio que el fruto de su trabajo había valido la pena.
Hoy hubiera sido un día de celebración. Hoy León cumpliría años, y seguramente ocuparía su mesa en el bar El Dandy, rodeado de los suyos. Allí habría risas y anécdotas, pero por sobre todas las cosas, habría básquetbol, y del bueno. Habría enseñanza sin igual y, por supuesto, la cuenta correría a su cargo.
En donde sea que estés, feliz cumpleaños, querido León.
Ison Patoco – @isonpatoco