El entrenador Rubén Magnano habló en Triángulo&Dos por UcUWeb Radio, desde la ciudad de Córdoba para analizar, entre varios temas, la actualidad de La Liga Nacional. El campeón Olímpico en Atenas 2004 destacó la idea de que todos los estamentos (árbitros, entrenadores, jugadores, dirigentes, etc) deben ser escuchados a la hora de organizar el torneo, para que el mismo tenga una pluralidad de voces y pueda otorgar el mejor producto al público.
El Coordinador de Selecciones en Uruguay también habló sobre la Liga de Desarrollo y estuvo de acuerdo con la idea de bajar la edad de los jugadores para que su evolución pueda ser más favorable y el torneo ser de mayor utilidad a la competencia.
Reviví la charla con Rubén Magnano:
«Realmente me ha gustado siempre estar inserto para dar una opinión más fidedigna, mas que estar en la vereda del frente y hacer de opinólogo. La he andado con equipos, uno daba una opinión bien cierta. Uno tiene una suerte de visión y de opinión. Sería muy interesante que tengan la humildad necesaria para sentarse las personas involucradas para saber cómo viven la liga Nacional en todos los aspectos, desde un hecho de preparación, para un hecho de traslado, hospedajes, de competencia, de preparación, capacitación. Esta humildad dará como resultado si se tiran todas las cartas en la mesa un producto digno de ver, vamos a ver un básquet mejor, porque acá, y disculpen si salpico a alguien, a quien se castiga mas es a la materia prima, que son los jugadores, y eso, indudablemente, trae aparejado que el show no tenga el brillo que merece, capaz que así se escapen los espectadores. Para mi, el calendario tiene mucho que ver, yo ya me vengo expresando hace tiempo, siempre comento que sea un romántico o folclórico, pero la familia del básquet necesita un hecho coherente en el momento que va a la cancha. La familia va a la cancha, y hay partidos que van a la noche, cualquier día, y así uno ve las canchas. El folclore no lo digo por los viernes y domingo, por ahí un día miércoles para la televisión, pero bueno, los justificativos es tener básquet tolos dos días, ¿Es bueno? ¿Dónde aparece ese deporte todos los días? ¿Nos dan la cantidad de nuestros jugadores para mostrar la vitrina? ¿Da para eso? ¿O habría que hacer menor cantidad con mayor calidad? Realmente entramos, me parece, con este tipo de formato a una zona de confort, sino no llegan. Le vamos a pedir intensidad, velocidad, y así sucesivamente. Yo apuntaría a estudiar el calendario, no me he detenido a ver los números, para ver la cantidad de jugadores viables para que el espectáculo no disminuya.
No sería incoherente tal vez bajar la edad para que los chicos realmente se desarrollen. No es mala idea un fichaje libre. Vuelvo a como inicié, yo ya he dejado en carne propia todo, creo que las partes tienen que hablar de esto para ver la dirección que quieren tomar. Se han ensayado un montón de soluciones para esto, lo recuerdo.
Me gustaría esta en la cabeza de León para saber en qué focalizó sus ideas para que esto nazca, un entrenador, que tuvo el trabajo bien ganado, recoger todo lo que trajo al país, épocas donde los entrenadores eran escuchados, ahora creo que esto no sucede más. Las partes dejaron de ser escuchadas, no tiene que ser absoluto esto, por algo siguen teniendo ese formato, no entiendo por qué escaparle, quizás quieran dibujarlo con un hecho económico con una cantidad de partidos. Lo que se ve no es digno de consumir, entonces me parece que estamos por el camino errado.
Indudablemente que no es que se apunte a un solo aspecto, la preparación en lo que a uno le toca es fundamental, la preparación de los dirigentes es fundamental. Se ve que acá los únicos que tenemos que prepararnos somos los entrenadores y jugadores. Hay una suerte de estudio exhaustivo para evitar gastos, hay una preocupación de generar recursos, buscar gente que pueda apoyar al básquet, es como que estamos hablando de sociedades diferentes, otra concepción, con estadios repletos o, como mínimo a 3/4 de cancha, había una identificación. La gente sabía que se jugaba un domingo, no el martes a las 10 de las noche. Yo no concibo entender esa parte del horario, no la digiero, es imposible. Más allá del hecho de la situación económica del país, un pibe que va a las siete de la mañana va a volver a la una de la madrugada, es impensado. Siempre hablo en los clubes que hay una vitrina, los niños necesitan tener en sus clubes un equipo de primera, no digo de liga nacional, sino un equipo donde los niños puedan poner el ojo.
Quiero creer que todo el trabajo dirigencial es para crecer, no creo que lo hagan o piensen que es para que no funcione, pero si estoy convencido que hemos copiado, y hemos copiado mal. Hemos mirado para una parte del mundo donde antes de la temporada tienen los tickets vendidos, es un mundo distinto. No se han adecuado a nuestra sociedad, como nos comportamos, porque la gente para mí buscan colaborar del club y si les brindan una posibilidad van a acompañar a los equipos. Un poco es esa mi opinión. Me quedo con lo que nosotros hemos vivido en su momento, no es decir que todo tiempo pasado fue mejor, me refiero a lo que me tocó vivir, y que veo hoy. Es triste ver un partido de Liga Nacional con 20 personas.
Claro que influye, hay muchas variables, a veces nosotros los entrenadores tenemos que ver con eso, a veces no tenemos el coraje suficiente para tirar un chico un poco antes, quizás frenamos una posibilidad. Seguimos sufriendo un éxodo, pero después celebramos cuando hay un podio, y digo que ese éxodo fue lo que nos permitió tener un desempeño. Nos sentemos ahí, ¿cuánto tiempo de competencia tenemos y cuanto tiempo de mejora y entrenamiento hay? o nos pasamos arriba de un colectivo y jugando. Qué cambio de conducta podemos producir en un jóven de 18 años. Por eso hablaba de esa humildad para sentarse a hablar cada paso, porque seguramente va a mejorar. El éxodo es inevitable, y bueno, tenemos un pibe que se va, necesitamos dos o tres para suplirlo que sean iguales o mejores. No queda otra.
Sin lugar a dudas, hoy es extremadamente meritorio el trabajo de la dirigencia, lo que pasa, es que no estamos encerrando en un concepto de 50 clubes, yo hablo por miles. La dirigencia hace el trabajo quijotesco, pero eso no da el derecho a no permitir tener una ayuda, un concepto de las personas que están mejorando su capital, que son sus personas. Entonces es muy complicado porque el dia a dia, en este caso, lo vive el entrenador el jugador, sabe los pro, los contra, lo sufre, y eso ayuda a las soluciones, estimo que los entrenadores deben ser escuchados, no como una voz única, sino escuchar a todos los estamentos. Así se mejora.»