Dennis Wayne Johnson, o DJ como también era apodado, nació el 18 de septiembre de 1954 en Compton, California. Jugaba de base y tenía una buena altura, 1,93 metros, teniendo en cuenta el puesto en la cancha que ocupaba, pero desde chico no se inclinó por el básquet debido a que por ese entonces no era muy alto y prefería enfocarse en otras cosas. En el secundario de la Domínguez High School jugó pocos minutos, por lo que eso lo determinó a no ser basquetbolista en la universidad, aunque sí jugaba algunos torneos callejeros con sus hermanos.
Fue precisamente jugando uno de esos encuentros que lo vio Jim White, unos de los entrenadores del Harbor Junior College, y se dio cuenta que Johnson era un gran defensor que podía ir bien en su equipo, por lo que lo convenció de unirse. Tras dos años en esa escuela, Johnson llegó a promediar 18,3 puntos y 12 rebotes para ayudar a su equipo a ganar el título estatal. Pero es no hizo mucho por él, ya que solo dos universidades lo quisieron becar: Pepperdine, de Malibu, y Azusa Pacific.
Finalmente se quedó con la primera, en la que jugó durante una única temporada antes de declararse elegible para el draft. En ese año promedió 15,7 puntos jugando de escolta y junto a sus compañeros entraron al torneo de la NCAA. Vencieron en primera ronda a Memphis State y estuvieron cerca de hacer lo propio con la siempre poderosa UCLA. Pese a quedar eliminados, Johnson fue bien visto por los ojeadores de algunos equipos de la NBA, aunque él creía lo contrario.
En la noche del Draft de 1976 no se tenía fe de ser elegido por algún equipo, pero sorpresivamente los Seattle SuperSonics (hoy Oklahoma City Thunder) lo draftearon en la posición 29, que equivalía a la número doce de la segunda ronda, del equipo dirigido por Bill Russell.
En su temporada de rookie, la 1976/77, le tocó ser jugador de recambio del dúo formado por Donald Earl Watts (base) y Freddie Brown (escolta), ya que podía jugar en ambas posiciones, y promedió 9,2 puntos. Esa temporada fue mala para el equipo en general y no pudieron clasificar a la postemporada, por lo que Russell fue destituido de su cargo.
En la siguiente, el nuevo entrenador fue Bob Hopkins, pero tuvo un arranque desastroso de solo 5 victorias y 17 derrotas en sus primeros 22 partidos y fue despedido. Lo sucedió Lenny Wilkens, que dio vuelta por completo al equipo, puso a Johnson de titular en la posición de escolta y metió al equipo en playoffs, con un récord final de 47 triunfos y 35 caídas. En la postemporada eliminaron a los Lakers en primera ronda, a los Trail Blazers que eran los campeones vigentes y a los Denver Nuggets para conseguir el título de conferencia. En la final llegaron a estar 3-2 arriba sobre los Washington Bullets, pero el equipo de la capital lo dio vuelta y fueron derrotados en el séptimo partido en el que Johnson tuvo una pésima noche en lo personal: 0-14 en tiros de campo.
La temporada 1978/79 fue la de la revancha. DJ logró mejorar sus números de goleo ya como base, promedió 15,9 puntos y 3,5 asistencias, que lo llevaron al All Star y también a formar parte del mejor quinteto defensivo del año, y terminaron la temporada regular con 52 y 30 para ganar la división Pacífico. Llegaron nuevamente a las finales contra los Washington Bullets pero esta vez, pese a haber perdido el primer partido, ganaron los cuatro siguientes y se quedaron con el anillo. Dennis promedió en esa serie 23 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, por lo que le dieron el premio al MVP de las finales.
Sin embargo, eso sería el inicio del fin para él en el equipo, la despedida de los Sonics estaba cerca. Pese a que tuvieron un gran rendimiento en la fase regular de la temporada 1979/80, y Johnson tuvo un gran nivel promediando 19 puntos, 4,1 asistencias, All Star, mejor quinteto defensivo y segundo mejor quinteto de la liga, cayeron en la final de conferencia con los Lakers de Magic Johnson y Kareem, lo que le generó una gran desilusión, una de las mayores de su carrera según reconoció algunos años más adelante. No solo eso propició su traspaso a Phoenix, también frecuentes peleas con el entrenador Wilkens hicieron que se fuera del equipo.
En los Suns fue el goleador del equipo en los tres años que jugó, siempre en la posición de escolta. Promedió 17,3 puntos, entró dos veces al All Star, los tres años integró el mejor quinteto defensivo y por única vez en su carrera pudo formar parte del mejor quinteto de la temporada en la 80/81. Los dos primeros años alcanzaron las semifinales de conferencia pero en la tercera cayeron en primera ronda y eso, sumado a una nueva mala relación con su entrenador, John MacLeod, hicieron de su salida a los Celtics un hecho.
A Boston llegó gracias a la inteligencia de Red Auerbach, que veía cómo su equipo era de los mejores en ataque pero sufría en defensa, y por eso llamó a un integrante frecuente del mejor quinteto defensivo de la liga. Ahí estuvo hasta el final de su carrera e integró en su llegada uno de los mejores equipos que se vieron en Boston junto con Larry Bird, Robert Parish y Kevin Mc Hale.
Justamente en la primera temporada (1983/84) ganaron el anillo tras vencer en la final a los Lakers. Esa serie es muy recordada por el gran trabajo defensivo que llevó a cabo Johnson, que DJ bajó a Magic a promediar 17 puntos, por debajo de su media goleadora. Un hecho curioso refleja el gran trabajo realizado por el perimetral en esa serie, y es que los hinchas celtas empezaron a llamarlo “Tragic” a Magic Johnson por la superioridad que demostró DJ.
En la temporada 1984/85 volvieron a tener un andar arrollador tanto en fase regular como en postemporada, pero en la final se chocaron contra los Lakers en busca de revancha. Pese a su game winner en el quinto partido tras un pase de Bird que estaba marcado por Magic y Kareem, los angelinos ganaron el sexto juego y se quedaron con el título.
No contentos con haber caído en la final ante sus rivales de toda la vida, los Celtics se prepararon para ir por lo que era suyo y les habían arrebatado los de Los Ángeles. Pudieron mantener el nivel durante todo el año y no tuvieron inconvenientes a la hora de llegar a una nueva final de la NBA, donde esta vez esperaban los Rockets de las “twin towers”: Hakeem Olajuwon y Ralph Sampson. Pese a que esa dupla daba miedo, no fueron problema para Bird, Johnson y compañía, que ganaron 4-2 la serie para darle el 16° título a la franquicia. Además, este fue el tercero y último de Dennis en su gran carrera en la liga.
Un año más tarde, en 1987, volvieron a jugar las finales, pero el equipo no pudo rendir como lo había hecho antes. En las finales de conferencia estuvieron a punto de perder con los Bucks, aunque esto no pasó gracias a la gran defensa de Johnson. Sin embargo, en la final los Lakers terminaron lo que Milwaukee había empezado y los derrotaron por 4-2, con Magic Johnson imparable y con ganas de seguir agigantando su leyenda, lo que le valió recibir el MVP de las finales.
Lamentablemente, las últimas tres temporadas de la carrera de Dennis Johnson fueron en caída libre. En la 1987/88 no pudieron ganarle a los Pistons en la final de conferencia, en la 1988/89 terminaron 42-40 en fase regular y cayeron ante los de Detroit nuevamente pero esta vez en la primera ronda y ya en la última, la 1989/90, y con 35 años, volvieron a perder en primera ronda pero esta vez con los New York Knicks por 3-2.
Dennis Johnson se retiró antes de arrancar la temporada 1990/91 y en su ceremonia de despedida tuvo dos grandes homenajes de dos de los mejores jugadores de la historia en sus puestos. Su eterno rival, Magic Johnson, le dedicó una carta en la que decía, entre otras cosas, que fue “el más grande defensor del backcourt de todos los tiempos” y Larry Bird, compañero suyo en los Celtics durante tanto tiempo, le dijo en persona que fue “el mejor compañero que jamás he tenido”.
Ya retirado siguió ligado al deporte de la naranja y se convirtió rápidamente en ojeador de los Celtics, entre el 93 y el 97. Una vez que dejó el cargo se retiró de las canchas hasta el 2002, cuando fue entrenador interino de los Clippers, donde estuvo 24 partidos. Fue ojeador nuevamente pero para Portland y su último trabajo fue el de entrenador de los Austin Toros, la filial de D-League de los Spurs, entre 2005 y 2007.
Como si fuera parte de su destino estar vinculado al deporte hasta sus últimos momentos, falleció el 22 de febrero de 2007 a la salida de un entrenamiento de su equipo. Sufrió un paro cardíaco en el estacionamiento del club mientras se dirigía a su auto. Tras su deceso, Danny Ainge, leyenda de los Celtics en los ’80 y hoy general manager de la franquicia de Boston, declaró sobre DJ que fue “el jugador más infravalorado de la historia y una de las mejores adquisiciones de los Celtics”. Otro de los que solo tuvo palabras para enaltecerlo fue Bill Laimbeer, rivales en los cruces Celtics-Pistons, quien lo definió en una breve frase: “un gran jugador en un gran club”.
Dennis Johnson fue de esos jugadores que no necesitaban el brillo de los reflectores para saber lo importante que era para el equipo. Simplemente entraba al campo de juego y hacía lo que tenía que hacer. Fue parte de una de las décadas más gloriosas de los Celtics, pero eso no es por lo que todos lo recuerdan, sino por haber sido un gran compañero fuera de las canchas, algo mucho más valioso que repartir asistencias y anotar puntos.
Nota: Emiliano Iriondo | Twitter: @emi_iriondo