Este jueves, en una nueva emisión de «The Basketball Place», los protagonistas del programa siguieron desarrollando el tema de la semana anterior pero, esta vez, poniendo el foco en las ligas europeas a donde los jugadores podrían ir a jugar en un futuro no muy lejano.
Además, en la sección que causó furor desde su aparición, «El altillo», revivieron algunas historias recientes en el tiempo y otras un poco más alejadas. En primer lugar, Pablo Borsu nos contó algunos detalles de la carrera de Facundo Campazzo, como los títulos alcanzados en Peñarol y el Real Madrid.
Pero donde más hincapié hizo fue en su paso por el Murcia, donde estuvo dos años y ayudó al equipo a conseguir algo que nunca antes habían logrado: clasificar a la postemporada de la Liga Endesa. Pese a que posteriormente quedaron eliminados con el Real Madrid, equipo del que había sido cedido momentáneamente, el aporte del cordobés fue enorme y dejó varias jugadas para destacar.
El segundo turno lo tuvo a Leo Margo hablando de sucesos que, si no existieran las imágenes, serían realmente difíciles de creer. En la BSN de Puerto Rico los fanáticos son muy especiales y no tienen problemas para pasarse de la raya, como por ejemplo cuando hackearon la página web de las estadísticas en vivo de un juego y modificaron el nombre de uno de los equipos.
Dentro de la cancha hay jugadores que no tienen problema en poner en riesgo el físico de los rivales y a la hora de defender se encargan de pegar como si de lucha libre se tratara. Pero en las tribunas el morbo puede ser mayor y, a pocos minutos para confirmar la victoria de los Leones de Ponce ante los Vaqueros de Bayamón, los hinchas del equipo local empezaron a pasear por las gradas con un ataúd y un muñeco dentro simbolizando que los Leones estaban enterrando a su rival, dejándolos fuera de la lucha por el título.
El Momentoral de la fecha fue un poco más allá en el tiempo y tuvo a otro argentino como protagonista. Marcelo Nicola, quien en la temporada 1998/99 jugaba para la Benetton Treviso y que se consagró en la Copa Saporta (actualmente la Euroliga) de ese año.
El rafaelino, que por ese entonces actuaba en el conjunto italiano, brilló en la final de la competición ante el Pamesa Valencia. Anotó sus primeros once puntos del juego en el primero cuarto. Luego su nivel bajó, pero volvió a ser clave en el cierre con un doble para los suyos tras un parcial de 11-0 del elenco español y un robo para terminar de decretar el triunfo para los de Zeljko Obradovic.
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