El tercer programa de The Basketball Place tuvo como tema principal el debate acerca de por qué se usa, de forma despectiva, la palabra «show» a la hora de hablar del juego que se despliega en la NBA. Además de eso, una nueva edición de la sección «El Altillo», en la que repasaron historias del básquetbol nacional e internacional.
En el primer turno le llegó la oportunidad a Fede Toral, quien contó la trayectoria de algunos de los más destacados entrenadores que en la actualidad trabajan en Europa y la NBA. Pero no de sus carreras como técnicos, sino como jugadores, quizás su faceta menos conocida o un poco olvidada en el tiempo.
Nombres como Pablo Laso, del Real Madrid, Dusko Ivanovic, del Baskonia, Zeljko Obradovic, el máximo campeón de Euroligas que actualmente dirige al Fenerbahce, fueron algunos de los mencionados del viejo continente. Por el lado de los que se desempeñaron en la liga norteamericana, estuvieron jugadores-entrenadores como Bill Laimbeer, recordado Bad-Boy de los Pistons, Billy Donovan, actual DT de Oklahoma City Thunder, y Quin Snyder, quien hoy en día se encarga de liderar a los Utah Jazz desde la banca.
En segundo lugar tuvimos el aporte de Pablo Borsutzky, más conocido como «Borsu«, quien nos recordó algunos grandes momentos del Mundial de 1990, disputado en Argentina. En primera medida nos mostró a Luis Scola, que por ese entonces tenía diez años y fue alcanzapelotas del torneo, intentando pedirle un autógrafo a uno de los jugadores del plantel de Estados Unidos.
En segundo lugar presentó la ceremonia de inauguración del torneo, que fue llevada a cabo en el estadio de la Sociedad Alemana de Villa Ballester, donde había capacidad para solamente 1200 personas, algo impensado en la actualidad. Y por último, la aparición del presidente del país por esos años, Carlos Ménem, quien se hizo presente en dicho evento y que un año antes tuvo la oportunidad de jugar un partido de beneficencia junto con algunos de los representantes del seleccionado nacional, como Héctor Campana, Miguel Cortijo, Luis Villar y tantas otras leyendas del deporte argentino.
Y el turno final fue para el conductor del programa, Leo Margo, quien aprovechó el furor del final de The Last Dance para recordar que el verdadero último partido de Michael Jordan en la NBA no fue en los Bulls. Fue en 2003, cuando jugaba para los Wizards, que se retiró de manera definitiva ante los 76ers, partido que perdieron por 20 puntos.
Ante una gran multitud, en la que se encontraban varias estrellas estadounidenses, algunas relacionadas al básquet y otras no tanto, el dueño de 6 MVPs de las finales de la NBA dijo adiós. Un curioso dato es el increíble regalo que le hizo la franquicia de Philadelphia a Jordan, quien tuvo que apelar a su ingenio para poder llevárselo a su casa.