El 19 de marzo de 1969 una moneda determinó el destino de Kareem Abdul-Jabbar, que por ese entonces todavía se llamaba Lew Alcindor. Sí, una moneda, y la explicación es muy sencilla: por ese entonces no había lotería de draft como existe en estos años para determinar los puestos de elección en el draft.
Es por esto que desde 1966 se decidió que la suerte determinaría qué equipo elegiría primero. Sin embargo, solamente dos equipos eran los que se disputaban ese lugar, el colista de cada división. Para esa edición, la de 1969, los Bucks y los Suns habían finalizado en el último lugar de sus respectivas zonas y por eso quedaron emparejados en esta definición librada al azar.
Esa noche, el comisionado de la NBA, Walter Kennedy, le dio a elegir al representante de los Suns qué lado de la moneda prefería y este escogió cara. Sin embargo, cuando cayó, lo hizo del lado cruz, que le había quedado a los Bucks, entregándole así la posibilidad de elegir primeros en el draft en el que se estaría presentando un joven muy prometedor surgido de UCLA: Lew Alcindor.
La historia que sigue después es bastante conocida: Alcindor llegó a los Bucks, al año siguiente lo hizo Oscar Robertson y juntos le dieron a la franquicia de Milwaukee su primer anillo en la temporada 1970/71. Luego de eso, en 1975 y tras seis cursos en ese equipo, pasó a los Lakers, donde estuvo hasta el final de su carrera en 1989 y ganó otros cinco títulos de la NBA además de una gran cantidad de reconocimientos individuales, como los MVP de temporada regular, de finales, nominaciones al All Star en todas excepto una oportunidad, presencia en los mejores quintetos de la liga y en los mejores quintetos defensivos.
Por el lado del equipo de Phoenix, tuvieron que conformarse con el segundo pick. Ese lugar lo utilizaron para draftear a Neal Walk, un pívot surgido de la universidad de Florida. El interno permaneció en los Suns durante cinco temporadas y nunca tuvo un gran rendimiento individual, por lo que fue traspasado a los New Orleans Jazz (hoy Utah) para la 1974/75 y posteriormente, en medio de ese curso, a los Knicks, donde estuvo solo tres años para luego marcharse a Europa, donde jugó en Italia e Israel.
Como contamos más arriba, esta no fue la primera ni la última vez que el primer pick del draft de la NBA se definía por una moneda. De hecho, otra leyenda de la liga como Magic Johnson llegó a los Lakers gracias a esta modalidad, aunque no eran ellos los poseedores del peor récord de la liga y esa historia la contaremos en otro momento. Por lo pronto, es bueno recordar que hace algo más de 50 años los Bucks tuvieron la suerte de empezar a armar el equipo que les dio, hasta el momento, su único campeonato en la NBA.
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Nota: Emiliano Iriondo / Twitter: @emi_iriondo