La Euroliga se plantea completar todo lo que resta de temporada en una única sede
Entre los planes que baraja para reanudar el curso en junio está un “escenario de concentración” de todos los partidos en una sola ciudad, a modo de Eurobasket, tras realizar una ‘pretemporada’ de 15 días.
Desde que el 12 de marzo decretara la suspensión de la competición, la Euroliga se ha convertido en una de las organizaciones deportivas que lidera la resistencia por culminar la temporada cuando la pandemia remita. En primera instancia, su director ejecutivo, Jordi Bertomeu, situó la suspensión “al menos, hasta el 11 de abril” y, días después, la Asamblea de los clubes extendió el parón a la categoría de “indefinido”, pero siempre priorizando la idea de concluir el curso completando todo el formato, con las seis jornadas restantes de fase regular, los playoffs y la Final Four. Eduard Scott, director de operaciones de EuroLeague Basketball y mano derecha de Bertomeu, explica a EL PAÍS las distintas alternativas de esa reanudación.
“Los escenarios actualmente son infinitos, pero conceptualmente se resumen en cuatro intenciones”, explica Scott. “En primer lugar, está la idea de reanudar la competición respetando la estructura del calendario, jugando todo lo que queda por jugar, cada equipo en su pabellón, y con la misma programación que había, en caso de tener suficientes semanas para hacerlo. Si esto no es posible, la siguiente alternativa sería disputar todos los partidos, pero condensándolos en el tiempo, con un número mayor de dobles jornadas. En tercer caso, si por motivos sanitarios o de plazos no se puede jugar en los 18 pabellones de los equipos, optaríamos por concentrar todos los encuentros en uno o dos pabellones de una sola ciudad. Y, en última opción los clubes establecerían la modificación correspondiente del formato de competición para una resolución más directa”, detalla el director de operaciones de la Euroliga. La prioridad, sigue siendo jugar con público pero, si no es posible, la puerta cerrada garantiza al menos la cobertura televisiva y de la plataforma online de euroleaguetv.
Atendiendo a los distintos plazos en la extensión de la pandemia, parece improbable que vaya a existir una uniformidad entre países para habilitar a un tiempo las opciones para retomar la actividad. Pero la Euroliga ya tiene milimetrado el manual para un inicio progresivo desde el momento en el que obtengan la luz verde de las autoridades sanitarias. “Los jugadores, entrenadores y empleados de los clubes tendrán unos tres días para regresar de sus lugares de confinamiento y reincorporarse al trabajo. Después se habilitará un periodo de extensión de la cuarentena de 14 días obligatorios. Y, una vez que todos los equipos estuvieran completos y a punto, se iniciaría una minipretemporada de otras dos semanas para llegar en condiciones idóneas y uniformes para reanudar la competición. En total tardaríamos prácticamente un mes, que es la referencia con la que trabajó la NBA tras el lockout en la 2011-2012. Ese periodo garantiza la salud de los deportistas”, desarrolla Scott. Todo calculado para completar en su totalidad el calendario interrumpido, sin tener que recurrir a la modificación de formato que complicaría la toma de decisiones.
La intención de completar toda la temporada prima por encima de todo, aunque sea concentrando sedes. Ante ese posible escenario, la Euroliga está monitorizando la situación en cada país, contemplando que alguno de los que ahora están en la situación más difícil podría ser, según avancen las semanas, de los primeros en escapar de la crisis. “No nos estamos limitando a un solo mercado para esta posible concentración de equipos, partidos y horarios en un formato similar a un Eurobasket o un Mundial. Si incluyéramos todos los encuentros pendientes, necesitaríamos dos pabellones. En Europa hay varias ciudades con suficiente infraestructura hotelera y al menos dos instalaciones deportivas de primer nivel como para albergar ese formato de concentración. No hay aún una ciudad finalista”, apunta Scott.
Estambul, con los pabellones de Anadolu Efes, Fenerbahçe y Galatasaray; Moscú, con el Megasport Arena del CSKA y el Mytishchi del Khimki; o Atenas, con apenas nueve kilómetros y 15 minutos de distancia en coche entre el Palacio de la Paz y la Amistad del Pireo y el OAKA, encabezarían la lista para acoger esa Euroliga convertida en Eurobasket, que no era la primera opción pero gana fuerza con el paso de las semanas. El acuerdo con Colonia, sede actual de la Final Four, no condicionaría la decisión. De hecho, la ciudad alemana no parte en la pole porque ni es una ubicación habitual de Euroliga, ni tiene otra instalación para albergar partidos más allá del Lanxess Arena. “La desventaja del formato de concentración sería el incremento de costes pero, a cambio, se podría realizar fácilmente el control y seguimiento sanitario de todos los participantes y limitar sus viajes y contacto con terceras personas”, recalca Scott. La fecha límite que se marca la Euroliga para obtener el visto bueno de las autoridades para reanudar las competiciones tendría que llegar a lo largo del mes de mayo. Por extensión, el reinicio se llevaría a cabo en junio y la conclusión y proclamación del campeón en la primera quincena de julio. “En el caso más extremo hemos estimado que necesitaríamos cinco semanas para poder jugar toda la competición”, completa Scott. El último Eurobasket (76 partidos) y el pasado Mundial (92) se disputaron en tres semanas en formato multisede. A la presente Euroliga le restan un máximo de 78 encuentros.
Nota: el país de España