Se dio el batacazo: los Raptors se quedaron con el primer encuentro disputado en el Oracle Arena, el hogar de los Warriors, tras derrotarlos por 123-109, y se adelantaron 2-1 en la serie ante todos los pronósticos.

Que «Toronto no tiene chances», que «lo gana Golden State en 5», que «Leonard no tiene sangre», que «los Warriors son imbatibles». Todo esto quedó disipado anoche luego del partidazo que hicieron los dirigidos por Nick Nurse en Oakland. Siempre que los locales atinaban a limar la ventaja en el marcador sea por jugada de dos o tres puntos, los Raptors respondían con la misma moneda, o incluso con bombas desde la tercera dimensión para seguir ampliando la diferencia.

Sin embargo, la clave de la franquicia canadiense estuvo en la defensa, ya que totalizó 9 recuperos y 10 tapones (seis de Ibaka), además de generar que los comandados por Kerr culminaran con 14 pérdidas.

El máximo artillero del duelo fue Stephen Curry, quien sumó 47 unidades en su cuenta personal, además de 8 rebotes y 7 asistencias. El hecho de que Steph haya acumulado tantos puntos en su planilla también, de alguna forma, habla de las buenas defensas de Toronto, ya que friccionaron mucho el juego evitando que el resto de la plantilla local pueda aportar goleo ante la ausencia de Durant y de Thompson (Green encestó 17 e Iguodala 11).

En los ganadores, Leonard culminó con 30 puntos y 7 tableros, Lowry con 23 unidades y 9 asistencias, y Siakam y Green (6/10 3PT) con 18 tantos cada uno.

Los 47 de Curry no alcanzaron

Llovieron bombas de Danny Green

Tapa de Danny

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La serie continuará el viernes desde las 22 h. también en tierras estadounidenses, en lo que será el cuarto partido de las finales. El quinto, nuevamente en Toronto, tendrá lugar el próximo lunes.