Barrio Parque 86-75 Deportivo Viedma
El primer cuarto comenzó a favor de Parque, con un juego paciente y buscando la oportunidad de goleo, logrando una diferencia de juego a los 4:40 de seis puntos 12-6. Pero Viedma ponía en cancha a un rápido Mignani que aportaba dinamismo y pases claves para achicar la diferencia. Pero nada pudo parar el juego cordobés liderado por Kelly, y Barrio Parque cerró el cuarto a su favor 27- 20.
El segundo cuarto fue mas ajustado, ambos apostaban a una defensa y mucha presión debajo del aro. En la primera mitad Deportivo empató el partido con un doble de Jones y comenzó de a poco a bloquear el juego propuesto por Lotterio. Parque rotó su banco y pudo reencontrarse como equipo nuevamente y con una buena diferencia se fue al descanso largo ganando 49- 39.
Salta Basket se convirtió en el segundo finalista del Súper 4 después de derrotar al local Rocamora en un partido de altísimo voltaje. Los Infernales superaron 65-64 al conjunto uruguayense, en un encuentro que se desarrolló muy parejo y que por momentos hasta amagó con depositar a los entrerrianos en la final, sin embargo los dirigidos por Leandro Hiriart lo cerraron mejor, y a pesar del suspenso de los últimos segundos se terminaron llevando la historia.
Lisandro Rasio fue la gran figura del ganador con 17 puntos y 14 rebotes, aunque también hay que destacar otros dos trabajos determinantes en Salta como lo fueron Federico Mariani (23 puntos y 6 rebotes) y Scott Cutley (21 tantos, 6 rebotes y 6 asistencias). En Rocamora no fueron suficientes las tareas de Mauro Araujo (18 unidades y 10 rebotes) y Dominique Shaw (21 puntos y 7 rebotes).
Salta comenzó la noche de forma más intensa, con Scott Cutley muy enchufado en el juego interior. Cuando Federico Mariani también mostró su intensidad, junto con los aportes de Lisandro Rasio y Gregorio Eseverri, Los Infernales tomaron una buena distancia de 14-7 en casi seis minutos de partido, y eso les permitió liderar el arranque hasta plasmar el 19-11 con el cual finalizó el primer cuarto.
Rocamora intentó a través de sus foráneos Arlando Cook y Dominique Shaw, desde la conducción del pibe Facundo Gago, sin embargo el bestial inicio de Cutley (anotó 13 de los 19 puntos, sumando más puntos él solo que todo Rocamora en ese periodo inicial) eclipsó el trabajo local y puso por delante a los salteños.
Pero los de Juan Varas se soltaron en el siguiente periodo, se potenciaron en los dos costados encontrando mayor fluidez ofensiva y cerrándole los caminos a Salta a partir de su admirable y tradicional defensa. Los ingresos de Agustín Paparini y Manuel Olocco fueron determinantes, porque el ataque descansó en estos dos pilares para imponer un parcial determinante de 10 a 3 y así permitir que Rocamora se ponga abajo por la mínima (22-21) en poco más de dos minutos.
Desde entonces la sintonía cambió, el trámite se hizo mucho más parejo y ninguno dio el brazo a torcer. Es verdad que hubo dos rachas interesantes, donde Salta se pudo adelantar por ocho (32-24) pero con Rocamora contestando de manera brillante, contrarrestando el poderío ofensivo de los dirigidos por Leandro Hiriart con sólidas cartas (Paparini, Araujo, Cook, Shaw y Gago). Esas variantes llevaron al partido a un reñido 33-33 al entrar al descanso largo.
La intensidad creció cuando ambos equipos regresaron de los vestuarios, porque si bien Rasio fue el gran pilar de la ofensiva salteña la realidad es que Rocamora fue plantándole un cerco defensivo que surtiría efecto con el correr de los minutos. Era una misión difícil frenar un equipo con tantas variantes como Salta, pero el Rojo lo fue incomodando desde la defensa y adelante respondiendo con Shaw pero también con un aún más importante Araujo, de brillante desempeño en la noche.
Araujo fue determinante porque en defensa fue eclipsando a una carta peligrosa como Mariani, mientras que adelante tuvo ráfagas de puntos que sostuvieron a Rocamora dentro del partido. La intensidad no bajó, y ambos equipos entraron al último cuarto igualados en 52.
Rocamora siguió apoyándose en el tremendo momento de Araujo, y a raíz de ello logró tomar una diferencia importante de diez tantos a menos de seis minutos para el cierre (62-52). El local se mostró muy sobrio dentro de un momento determinante, aunque Salta empujó con un par de acciones y se puso a solo cinco (62-57). La intensidad siguió latente pero más dentro del estadio, porque la realidad es que el juego se volvió mucho más estratégico.
En los últimos tres minutos la pelota parecía pesar mucho más en los minutos definitivos, y de hecho ambos equipos estuvieron más de dos minutos sin anotar. En ese momento Mariani apareció para empezar a inclinar la balanza, para darle una sacudida al partido que venía planteándose. Porque más allá de que la salida de Araujo por foules favoreció para soltarse más adelante, Mariani se destapó con puntos importantes para dar vuelta el juego.
Rasio igualó el partido con una acción clásica pero letal, recibiendo la pelota debajo del aro donde toda la noche fue indefendible y anotando un doble para dejar el duelo 64-64 con 9 segundos por disputar. Rocamora tuvo la posibilidad de responder, pero Shaw perdió el balón entrando a la pintura y en el contragolpe de Salta le cometieron infracción a Mariani. El escolta anotó uno de sus dos libres, el otro lo falló sin tocar el aro y Rocamora volvió a tener la chance de cerrar el juego a su favor una vez más. Pero en esta última acción, ya con 7 segundos en el reloj, Cook no pudo encestar y el festejo fue para Los Infernales por un reñido 65-64.