El pivote argentino Julián Aprea, de paso por varios equipos de la Argentina, se sumó a Leones de Quilpué, equipo chileno que integra el Grupo A de la Liga Sudamericana (comienza mañana) junto a al organizador Franca, de Brasil; Aguada, de Uruguay e Instituto.
Aprada se estuvo entrenando durante la pretemporada con Boca, aunque finalmente no quedó en el equipo definitivo de Guillermo Narvarte.
El pivote Se inició en Ferro Carril Oeste y luego pasó por Boca Juniors, Ciclista Juninense, GEVP, Obras Sanitarias, Regatas Corrientes, Atenas, La Unión de Formosa, Argentino de Junín, Lanús, Independiente y Tiro Federal.
«Me encuentro muy bien desde lo físico, estuve haciendo la pretemporada con Boca estos últimos 45 días así que realmente me siento bien, corrimos mucho y tuvimos mucha dinámica con lo basquetbolístico. Así que todo está en orden».
«La posibilidad se dio a través de mi representante que se había comunicado con la dirigencia del equipo de los Leones, que necesitaban un extranjero interno. Ya teniendo contacto con el mercado de allá les mostró mi posibilidad, vieron unos videos y llegaron a un acuerdo».
«Obviamente me sedujo mucho jugar la Liga Sudamericana, hace algunos años que no la jugaba con un equipo argentino así que me vino bárbaro».
«Creo que me motivo a venir la experiencia que puede llegar a ser volver a competir en este Copa y la lución y expectativa de poder pasar de ronda obviamente. Así que bueno, estoy totalmente enfocado en eso y ojalá se nos dé, eso es la mejor motivación que puede tener un jugador».
«Sabía que el año pasado el equipo tuvo a Lisandro Rasio, que es un gran jugador, y le fue muy bien así que vengo para aportar y darle una mano a un grupo que se está afianzando y esperemos que sea así para hacer un lindo papel en la Sudamericana».
«Llego para la Sudamericana así que espero que se nos dé todo positivo como lo son nuestras expectativas».
«El grupo que nos tocó es bastante difícil, es duro, con equipos bien armados, con muchos nombres pero creo que tenemos posibilidad cualquiera de los cuatro y va a depender del partido a partido. Ningún juega está ganado o perdido así que hay que dar pelea en cada uno de ellos».
«Creo que es un condimento cruzarse con un equipo argentino por que prácticamente conozco a todos los chicos de Instituto, algunos son amigos, así que también genera algo especial, además te cruzas con un básquet que estás acostumbrado a ver y a jugar. Pero es importante estar enfocado en los demás partidos que también son fuertes».
Informe: Argentos X el Mundo (ArgsXMundo)