Castro, explicó en qué condiciones el plantel retomó las actividades: “Los chicos pudieron aprovechar el descanso tanto físico como mental, así que por suerte pudimos recuperar a los lesionados; volvieron con el 100% de energía”.
Al precisar la metodología o forma de trabajo establecida por el cuerpo técnico, el coach señaló: “Los primeros 4 o 5 días se hizo una puesta a punto en la parte física, volver a tener altos niveles de carga, en el gimnasio realizamos trabajos de resistencia y ahora en estos últimos días nos dedicamos 100% a la parte táctica, entrenando doble turno, sea por la mañana pesas y lanzamientos mientras que por la tarde todo táctico”.
Con respecto a la performance de Villa San Martín en la primera etapa o Fase de la temporada, el entrenador fue contundente y más que positivo: “El objetivo se cumplió en la primera parte, nos planteamos pelear en la mitad de tabla y lo logramos, aunque nos quedamos con una sensación de poder estar un poco más arriba, donde tuvimos la oportunidad de poder ganar algunos juegos que se nos escapó en los últimos segundos, pero en líneas generales el equipo está bien, estamos por arriba de muchos equipos que creíamos que íbamos a estar igualados, los superamos”.
Palpitando a su vez lo que viene dijo: “No tenemos que confiarnos, es una temporada larga, queda la parte más dura, donde la mente juega un papel importante y debemos tratar de mantener la concentración en los juegos de local y en los juegos de visitante tener la energía necesaria para afrontar las distintas exigencias, tanto los partidos como los viajes”.
Por último, el entrenador de Villa San Martín manifestó sus sensaciones a nivel personal como también profesional: “Cada temporada es un desafío, para mí mantenerme como entrenador en una categoría tan prestigiosa como el TNA y más en un club en el cual soy hincha y es mi segunda casa, es muy importante” y agregó: «Al principio fue bastante desgastador, buscando llevar al club a lo más alto en lo deportivo. Me sentí cómodo, el grupo de trabajo es muy bueno, una relación excelente con todos, con los jugadores no tuvimos ningún tipo de inconvenientes, nos adaptamos muy bien, esa química se vio en los juegos; creo que armando un buen grupo de trabajo, los resultados llegan solos.”.
“Cada desafío para mí es muy importante y con el apoyo de la familia que necesitamos todos los entrenadores, en el cual nos volvemos obsesivos con el trabajo, nos da tranquilidad, entonces uno puede disfrutar de lo que hace”, finalizó.
Informe: Prensa San Martín