Dellavedova fue elegido recientemente cómo ganador de la terna de básquet que compartió junto a Agustín Richard (Parque Sur) y Agustín Aguirre (Regatas Uruguay) en la Fiesta del Deporte Uruguayense. Esta temporada defiende los colores del Rojo en el TNA, luego de haber disputado dos ediciones del Torneo Federal. Sobre esto, su presente y expectativas habló en una de las últimas prácticas del equipo que dirige Juan Manuel Varas y que el sábado 14 volverá a la competencia.
Dellavedova es un apellido emparentado con una parte de la historia del club. El padre de Guido, Jorge, fue jugador hace algunas décadas y su hermano, Franco, también lo hizo en una etapa más reciente: en la ex Liga Nacional B. El jugador de 19 años fue campeón provincial U19 en 2015 y subcampeón provincial y nacional en 2016. En esta temporada el cuerpo técnico que comenzó encabezando Cristian Santander decidió que fuera el segundo base y poco a poco se fue afianzando en el equipo.
“La verdad que estoy muy contento por el año que tuve. Fue un año de altibajos igualmente, pude jugar bien, otras veces mal; cosas que cambian con las emociones. También estuve más de un mes parado por la fractura –mano izquierda-, que me dolió mucho y me hizo perder la final de la Liga Provincial, pero me siento feliz por este reconocimiento”, comenzó diciendo el jugador respecto del reciente galardón.
El año que acaba de terminar lo tuvo a Guido jugando la última parte del Torneo Federal para Capuchinos de Concordia, luego vinieron las competencias con la U19 con Rocamora y finalmente el TNA. “Son experiencias diferentes, me gustó irme para ver cómo es vivir del básquet, estar solo y ahora estoy contentísimo de haber vuelto al club, jugar donde quiero y con esta participación que estoy teniendo”, reflexionó.
Respecto de lo que fueron sus pasos en el TFB, primero con Regatas Uruguay y luego en Capuchinos, comentó: “El balance es que pensé que iba a jugar menos minutos y que me los iba a tener que ir ganando de a poco, y conseguir más roce hasta que sume experiencia». Teniendo en cuenta que lo hizo siendo juvenil, agregó: “Es complicado porque tenés que alcanzar un objetivo con poco margen de error, si bien la temporada es larga hay que estar siempre con confianza, nunca bajoneado y aprovechar bien los momentos”.
Dellavedova fue ganando confianza de a poco este equipo, los primeros partidos le costaron pero hoy está en muy buena forma. “Me costó bastante adaptarme porque son otros físicos, otros tiempos y mi tarea está más marcada. Si bien me llevó su tiempo creo que cerré el año teniendo buenos partidos, por suerte”, señaló en relación a esto.
“La ayuda de los compañeros valió mucho, te da una confianza extra, que te la puede dar el técnico también pero mayormente parte de los compañeros. Esto es algo básico para estar con confianza”, continuó.
Como se dijo, el apellido Dellavedova está ligado al club y Guido así lo siente. “Para mí estos colores son muy importantes. Yo soy de Rocamora, mi hermano y mi papá también, y siento que así como ellos defendieron esta camiseta yo también lo tengo que hacer. Es algo que me motiva bastante”, aseguró.
Dellavedova es uno de los cincos jugadores del club que partido a partido salen dentro de los 12. Con varios de ellos logró diferentes títulos en Intermedias y hoy comparte el presente en el TNA. “Además de compañeros puedo decir que juego con amigos, tengo muchos acá. Jugar con ellos, compartir viajes, saber que cualquier cosa que pase ellos están ahí, no se compara con nada y también te da mucha confianza”, sostuvo.
Ya presto a comenzar la práctica soltó las últimas frases aunque no se animó a vislumbrar cómo puede darse este año para él. “Todos los años son algo nuevo, la verdad que no sé decir qué puede pasar. Lo que sí sé es que hay que seguir entrenándose, predispuesto a todo y no desaprovechar oportunidades”, afirmó y saltó a la cancha con sus compañeros.
Informe: Prensa Rocamora